Ramiro hubiese cumplido cinco años. A través de Ignacio, su hermano gemelo, lo vemos sonreír, jugar y crecer. Una bacteria llamada “estreptococo grupo B” se cruzó con ellos al nacer, y sin contemplaciones se llevó la vida de Ramiro en apenas cuatro días. Nos preguntamos por qué a nosotros; con el correr del tiempo fuimos encontrando alguna respuesta, tal vez incierta, que no calma el dolor pero lo aplaca, lo adormece. Nosotros y en general la sociedad no médica estaba desinformada sobre esta bacteria, y nuestro país no contaba con la prevención más adecuada.

Si Argentina hubiese adoptado la forma de prevención existente en Estados Unidos y varios países de Europa, esta tragedia podía haberse evitado. Hago referencia a un simple análisis que se efectúa a todas las embarazadas entre la semana 35 a 37, y en caso de ser portadoras (se estima que aproximadamente el 20 por ciento lo son), se realiza la profilaxis antibiótica el día del parto.

Difícil fue asimilar que la desinformación fue nuestro peor enemigo; un análisis conformado por un hisopado anal-vaginal era suficiente para saber si la bacteria estaba presente y hubiese evitado conocer el infierno, la miseria humana. Así, nos propusimos difundir y cambiar la prevención en Argentina; algo que parecía utópico y lejano, pero que me hizo sentir por primera vez que era la respuesta ante lo inexplicable, que era la misión de Ramiro.

Así fue que a principios del 2004 llevamos el tema a los medios; Telenoche Investiga lo llamó “El Legado de Ramiro”, y a partir de esta difusión, se contactaron casi un centenar de familias, cuyos hijos habían sido afectados por la misma bacteria al nacer. De inmediato, se presentaron numerosos proyectos de ley en distintas provincias al igual que en el ámbito nacional, cuyo principal objetivo era la “obligatoriedad del análisis para detectar la bacteria en los controles prenatales a todas las embarazadas, y la profilaxis antibiótica correspondiente”. Luego de casi dos años de esfuerzo, en 2006 se aprobaron las leyes en Río Negro, provincia de Buenos Aires, en la Capital Federal y San Juan. Se obtuvo media sanción en Mendoza y Santa Fe, dejando así un importante precedente. Pero el objetivo mayor era conseguir la Ley Nacional, que permitiera delinear una política sanitaria en todo el país. En noviembre de 2006, se organizó una Jornada Informativa en la Cámara de Diputados a instancias de la diputada Carolina Moises, autora de uno de los proyectos presentados.

En diciembre de 2006 se aprobó la media sanción en Diputados del proyecto mencionado. Pero casi en simultáneo el Senado aprobó otro proyecto de la senadora Mabel Caparrós con igual alcance y obligatoriedad.

Había que solucionar la existencia de dos medias sanciones de dos proyectos de ley nacional con igual objetivo. Así, durante este año 2007 comenzó una nueva lucha: destrabar los proyectos y lograr que alguna de las dos cámaras tome el proyecto de la otra. La Cámara de diputados decidió en agosto tratar la sanción proveniente del Senado. La Comisión de Acción Social y Salud Pública modificó y aprobó el proyecto, el cual debe pasar ahora por las comisiones de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia y por la de Presupuesto y Hacienda para lograr el dictamen que permitirá que sea tratado en sesión de Diputados.

Y hasta acá pudimos llegar, ya que desde hace dos meses la Comisión de Familia, presidida por la Sra. Juliana DiTulio, no se reúne por falta de quórum y por consiguiente el proyecto sigue sin ser tratado. El tiempo nos apremia, si para el 10 de diciembre no hay dictamen, los proyectos caerán y con ellos las sanciones de ambas Cámaras, sanciones vinculadas con el bienestar de los casi 750 mil niños que nacen por año.

Nosotros, como ciudadanos, junto a la agrupación de familias afectadas, cumplimos con nuestra misión, y en lo personal con la de Ramiro. El 10 de diciembre la sociedad evaluará el compromiso de quienes dejan sus cargos. La ley nacional depende de ellos.

* Daniel Salum es miembro de Prevencionegb (www.prevencionegb.com.ar), un grupo de familias conformado para informar y prevenir la infección de estreptococo del grupo B en recién nacidos.