LA PARTE QUE NOS TOCA

Aun con el recuerdo fresco de aquel gran eclipse total de Luna, que pudimos disfrutar en la noche del 20 al 21 de febrero, este nuevo y más modesto show astronómico parece una suerte de yapa. Es que esta vez nuestro satélite no llegará a hundirse completamente en el gran cono de sombra que proyecta la Tierra. De todos modos, en su momento central, la sombra terrestre (“umbra”) llegará a cubrir el 81 por ciento del diámetro selenita. Nada mal.

Pero eso ocurrirá hoy a las 18.10, cuando la Luna aún no será visible desde Argentina, porque estará por debajo del horizonte oriental. En ese momento central del eclipse, sí se verá en Europa, Africa y buena parte de Asia Occidental. Pero nosotros tendremos que esperar un rato más, para que la Tierra gire lo suficiente (hacia el Este, como siempre) como para que la Luna asome por el Este-Sudeste.

¡ECLIPSE A LA VISTA!

Y eso será a las 18.22 en Buenos Aires y alrededores (y más o menos a la misma hora para toda la zona Este del país). Casi al mismo tiempo, del lado opuesto del cielo, el Sol se estará poniendo. La escena será por demás hipnótica: una pelota de Luna, eclipsada en más del 75 por ciento, con un cielo aún celeste, pero virando lentamente al azul. Para disfrutar de ese momento habrá que ubicarse en lugares muy abiertos, o muy altos, que permitan ver el horizonte Este-Sudeste. Si bien es cierto que nos perderemos la etapa inicial y central de este eclipse parcial de Luna, la parte que nos toca no estará nada mal. Al fin de cuentas, en América del Norte no verán nada de nada.

COMIENZO Y DESPEDIDA

Una vez asomada sobre nuestro horizonte, y ya en plena “retirada” de la umbra, la Luna irá ganando altura en un cielo cada vez más nocturno. A las 18.45 estará a 4º sobre el horizonte, aún eclipsada en un 65 por ciento. Y a las 19.00, ya a unos más cómodos 7º de altura, la sombra de la Tierra aún cubrirá el 55 por ciento del diámetro lunar. En ese momento, seguramente, ya será patente el clásico color anaranjado oscuro en la zona eclipsada (que no es otra cosa que luz rojiza refractada por nuestra atmósfera hacia el interior del cono de sombra terrestre).

Media hora más tarde, a las 19.30, el eclipse sólo será del 20 por ciento. Finalmente, a las 19.45, la Luna escapará de la trampa de sombra terrestre (sólo restará la parte “penumbral” del eclipse, completamente irrelevante). Y de ahí en más, una Luna Llena “normal” brillará por el resto de la noche.

Para nosotros, no habrá otro eclipse lunar por más de dos años (es verdad que en diciembre de 2009 habrá otro parcial, pero además de ser modestísimo, no se verá desde Argentina). El próximo será en la madrugada del 21 de diciembre de 2010. Y será total. Para eso, falta mucho. Mientras tanto, hoy, salgamos a disfrutar de un anochecer sumamente inusual: de un lado del cielo, el Sol poniéndose. Y del otro, asomando, una Luna fantasma, con las tres cuartas partes de su cuerpo en sombras. ¿Se lo va a perder?