LA VIDA DE YURI GAGARIN
› Por Mariano Ribas
Yuri Alekséyevich Gagarin saltó de la granja de sus padres al espacio. Nació el 9 de marzo de 1934, en Klushino, un pueblito situado a unos 150 kilómetros al oeste de Moscú. Su padre era carpintero, su madre era lechera, y juntos trabajaban en una típica granja colectiva (koljós) soviética, mientras la hermana mayor cuidaba a Yuri y a sus otros dos hermanos. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis echaron a los Gagarin de su hogar, y se llevaron a sus dos hermanas. Tras vivir en una fosa hasta el final de la guerra, la familia se trasladó a Gzhatsk, una ciudad vecina, que a partir de 1968 pasó a llamarse Gagarin. Un día, Yuri presenció el aterrizaje forzoso de un avión de guerra ruso Yak, que volvía de una batalla con las alas averiadas, repletas de impactos de bala. Los pilotos bajaron de la maltrecha nave, con sus uniformes repletos de medallas. El chico quedó muy impresionado por aquella escena que lo marcó para siempre.
Tras completar sus seis años de colegio secundario, ingresó a una escuela industrial. Y dos años más tarde, a una escuela técnica. Fue obrero metalúrgico hasta 1954. Por entonces, ya tenía en claro que lo suyo era la altura: había leído algunos trabajos de Konstantin Tsiolkovky, uno de los pioneros de la cohetería rusa. Y ese año ingresó a un aeroclub de la ciudad de Saratov, donde aprendió a volar un avión liviano. Maniobras impecables y aterrizajes suaves: “será un piloto maravilloso”, dijo su instructor de vuelo, Dmitry P. Martyanov. Yuri ya estaba más cerca del cielo. En 1955 entró en una Escuela Militar de Pilotos, en Orenburgo, y allí conoció a la que sería su esposa, Valentina Goricheva. Y cinco años más tarde, Yuri Gagarin ingresó en la selecta lista de 20 candidatos para el vuelo de la Vostok 1, que finalmente lo llevaría a dar una vuelta completa a la Tierra en la mañana del 12 de abril de 1961.
Aclamado y admirado mundialmente, aquel hijo de granjeros se había convertido en el héroe más perfecto de la Unión Soviética de Nikita Jrushchov. Sin embargo, por motivos no del todo claros, nunca más volvió al espacio. Su vida entró en una pendiente de excesos, borracheras, y un matrimonio que se caía a pedazos con cada nueva mujer que conocía. Una imagen nada deseable para quien, en 1962, había sido elegido diputado del Soviet Supremo.
Yuri Gagarin murió el 27 de marzo de 1968, cuando se estrelló con un caza Mig-15 en las cercanías de Moscú. Tenía 34 años. Y aún no están del todo claras las causas de la tragedia. Sin embargo, hay quienes dicen que, incluso ante la certeza de la muerte, Yuri no dejó de ser un héroe: en sus últimos segundos, desvió la trayectoria de su velocísimo y descontrolado avión, y así evitó caer sobre una escuela. Un sobrio menhir, situado en el lugar de la tragedia, recuerda su gloria y su drama.
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