ASTRONOMíA Y MEDIOS DE COMUNICACIóN
El planeta inventado
› Por Mariano Ribas
Un notable refrán dice que “no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo”: durante los últimos días, muchos medios de comunicación anunciaron –con bombos y platillos– el descubrimiento del mítico “décimo planeta de nuestro Sistema Solar”. E incluso, se dijo que su tamaño era similar al de la Tierra, que estaba más lejos que Plutón (obviamente), y cosas por el estilo. Pero rápidamente la ruidosa noticia comenzó a apagarse, hasta el punto tal que ahora parecería que nunca nadie dijo semejante cosa. Lo cierto es que no hubo nunca tal descubrimiento: el décimo planeta (si es que verdaderamente existe) todavía se resiste a aparecer. En realidad, todo fue un invento mediático, un anuncio apresurado, imprudente y muy poco serio.
Ahora bien: ¿de dónde salió esta mayúscula pifiada? La falaz noticia partió de la mala interpretación de un artículo publicado en la revista británica New Scientist. Allí, dos astrónomos argentinos dan cuenta de una meritoria investigación en la que, entre otras cosas, sugieren la presencia de un objeto considerablemente masivo (quizás del tamaño de la Tierra) en el Cinturón de Kuiper, ese anillo de escombros helados que rodea al Sistema Solar y que, durante los últimos, tiempos ha dado lugar a múltiples descubrimientos (incluyendo al famoso “Quaoar” –ver Futuro 12/10/02– que con más de 1300 kilómetros de diámetro es el segundo objeto más grande de esa región del espacio, después de Plutón). Sin dudas, el trabajo de los doctores Adrián Brunini y Mario Melita marca un importante paso adelante en la apasionante carrera hacia el ansiado décimo integrante de nuestra familia planetaria. Una búsqueda que, de tener éxito, se convertiría en uno de los más grandes hitos de la astronomía contemporánea. Quién puede dudarlo. Pero esa ansiedad, sumada al hecho de que los protagonistas del caso eran argentinos, quizás, llevó a muchos medios al apuro, delatando en algunos casos una notable falta de criterio y un muy pobre manejo de información científica. No había más que consultar a especialistas, o navegar un rato por Internet (visitando las páginas de los principales referentes y revistas especializadas en astronomía) para darse cuenta de que en ningún lado se hablaba –ni se habla aún– del descubrimiento del “décimo planeta”. Hoy en día es muy simple chequear esas cosas para no incurrir en éstas –por decirlo suavemente– exageraciones.
Aunque todavía no haya caído en las redes de los astrónomos, el décimo planeta podría aparecer mañana. O quizás nunca. Mientras tanto, más vale ser pacientes y esperarlo. Pero no inventarlo.