NOVEDADES EN CIENCIA
Ranas expertas en acústica
nature Algunos animales saben cómo llamar la atención: en Borneo, existen una ranitas que adaptan su canto a las propiedades acústicas de sus refugios. Y así logran un sonido mucho más potente, que aumenta sus chances de atraer la atención de las hembras. Las Metaphrynella sundana apenas miden dos centímetros de largo y suelen instalarse en los agujeros de los árboles de los bosques tropicales de Borneo. Allí viven y allí cantan. A primera vista, cantar adentro de un pozo no parece ser la mejor estrategia para ser escuchado a la distancia. Pero un grupo de biólogos dice haber encontrado una buena explicación: al parecer, y tal como explica el biólogo Björn Lardner (Field Museum of Natural History de Chicago), las ranas Metaphrynella sundana macho van probando la acústica de sus refugios hasta que encuentran la nota más adecuada para que su canto sea mucho más fuerte. Mediante la sonora estrategia, estos pequeños anfibios se hacen escuchar hasta 50 metros de distancia. En un reciente experimento, Lardner y su colega malayo Maklarin bin Lakim colocaron una rana macho en un cilindro plástico con agua. Y observaron que el animal fue variando el tono de su canto hasta dar con un sonido que fuera amplificado por el recipiente. Luego los investigadores agregaron o quitaron agua del cilindro y notaron que, en cada caso, la ranita iba probando sonidos hasta dar con el más adecuado. “Es el primer caso conocido de un animal que adapta su canto para sacar ventaja de la acústica existente.”
Cementerio de elefantes en Italia
Archaeology
Hace 300 mil años, una manada de sedientos elefantes se acercó
a un río de la actual Italia. Entraron al agua, bebieron, pero nunca
pudieron salir, porque sus patas quedaron atascadas en el fango. Tarde o temprano,
todos murieron y fueron devorados por animales carroñeros e incluso algunos
humanos primitivos. Esta es la historia que cuentan los incontables huesos fosilizados
descubiertos a mediados de la década del ‘80 en Castel di Guido,
cerca de Roma. Ahora, luego de 17 años de excavaciones, el lugar fue
abierto al público y se convirtió en un boom turístico.
La arqueóloga que dirige la excavación, Anna Paola Anzidei, dice
que la mayoría de los fósiles encontrados pertenecen a un antecesor
de los elefantes modernos: el Elephas antiquus. Y que, estudiando sus dientes,
será posible conocer la dieta de aquellos paquidermos prehistóricos.
Pero en las excavaciones en Castel di Guido también se han encontrado
restos de caballos, rinocerontes, pájaros, peces... y algo más:
cuchillas de hueso y de piedra. Es probable que un grupo de homínidos
(probablemente Homo heildelbergensis) las hayan utilizado para cortar la carne
de estos animales.
Jaque al cerebro
nature
Para todos los amantes de los tableros y que anhelan en algún punto emular
o llegar al menos a los talones de los grandes maestros del ajedrez como Kasparov,
Karpov, Petrossian o Fisher –y quizás Deep Blue–, esta noticia
les viene de parabienes: tanto el ajedrez como el Go, milenario desafío
chino, son juegos que requieren más práctica que inteligencia,
según lo reveló una investigación realizada por científicos
chinos y estadounidenses de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos. A partir
de varios escaneos cerebrales, el grupo de investigadores advirtió que
los jugadores amateurs de estas dos magníficas competencias de estrategia
y avance territorial no usan un área del cerebro, a veces denominada
“g”, que, según se cree, es donde se localiza la inteligencia
humana. Según estos resultados, tanto el ajedrez como el Go requerirían
mucho más de experiencia o entrenamiento que de lo que comúnmente
definimos como inteligencia. Es un resultado sorprendente, ya que el sentido
común coloca al ajedrez (y al Go) en el pináculo de lo que podría
denominarse “el juego inteligente”. Como yapa, los escaneos cerebrales
efectuados en distintos jugadores mostraron que los aficionados al Go utilizan
más el hemisferio occidental del cerebro que los ajedrecistas, lo cual
muestra que la mente no funciona de la misma manera en ambos juegos.
Como si este descubrimiento fuese poco, otro misterio del cerebro humano, aparentemente,
quedó al descubierto: científicos estadounidenses y belgas del
Centro de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Darmouth, Estados Unidos,
anunciaron en la revista Science haber encontrado, por primera vez, las regiones
del cerebro que procesan la música y la manera en que ésta influye
en los sentimientos. Luego de rastrear con resonancia magnética funcional
la actividad cerebral de ocho voluntarios mientras escuchaban música,
el equipo de investigadores dirigido por Peter Janata logró identificar
la corteza prefrontal y el lóbulo temporal como las dos áreas
primordiales que tienen un alto grado de sensibilidad y actividad en la percepción
musical del hombre. Un misterio menos, y quedan miles.
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