Sáb 23.11.2002
futuro

FINAL DE JUEGO

Final del juego / Correo de lectores

Donde se hace una leve referencia a las promesas incumplidas y se propone un enigma enviado por un lector.

Por Leonardo Moledo

–Bueno –dijo el Comisario Inspector–, hubo muchísimas cartas, pero hoy prácticamente no hay nada de espacio, ya que Marx y Darwin se tomaron, casi por su cuenta, toda la página.
–Tiene su derecho –dijo Kuhn– o por lo menos, eso me parece. Lo malo es que mientras tanto nos vamos atrasando –dijo Kuhn–. Ni Eötvös, ni Pedro Damián, y, si no me equivoco, tampoco la versión cuántica de la paradoja de Zenón.
–Es verdad –dijo el Comisario Inspector–, a veces el ir y venir de los temas es más poderoso que los rígidos márgenes de la voluntad.
–No entendí –dijo Kuhn.
–Yo tampoco –dijo el Comisario Inspector–. Quizá, lo que quise decir es que la vida y la pluma fluyen generosamente, y que las promesas son muchas veces pensamientos en voz alta, lo cual no significa que no haya que cumplirlas.
–Bueno –dijo Kuhn–, ahora vamos al enigma de hoy, enviado por José A. Vázquez, que en su carta nos da noticias de un viejo amigo de Final de Juego, Julián Melone, que hace muchísimo que no escribe.
–Bueno –dijo Kuhn–, veamos el enigma de José Vázquez.
–Lo cito textualmente. “El número 1/97 tiene un período muy largo. ¿cuáles son las últimas tres cifras del período?”
¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Cuáles son las tres últimas cifras? ¿Y Pedro Damián? ¿Y Eötvös?

CORREO DE LECTORES




Solución general
Saludo a mis viejos amigos de Futuro, y les comunico la solución que se me ocurrió para el enigma planteado. En realidad, como corresponde a las preguntas, presento dos soluciones, una para Aquiles y otra para Pedro Damián. Aquiles debe prender un interruptor, dejar otro sin tocar, y el tercero prenderlo por unos minutos y luego apagarlo. Al abrir la puerta pueden suceder tres cosas:
a) La lámpara está encendida. Entonces el interruptor correcto es el primero.
b) La lámpara está apagada y fría al tacto. Entonces el interruptor correcto es el segundo.
c) La lámpara está apagada y caliente al tacto. Entonces el interruptor correcto es el tercero.
Pedro Damián, si hemos de creerle a Borges, tendría a su alcance una solución más sencilla y cómoda. Prendería uno cualquiera de los interruptores, abriría la puerta, y si la lámpara sigue apagada le rezaría a Dios para que produzca un cambio milagroso en la Historia, generando un universo alternativo en el cual hubiera prendido uno de los otros dos interruptores. Aquiles no puede hacer esto, en primer lugar porque los dioses griegos no tienen control sobre el Destino, y en segundo lugar porque aunque lo tuvieran parecen estar bastante predispuestos en contra del pobre guerrero, teniendo en cuenta la otra paradoja planteada, y no moverían un pelo para ayudarlo.
Alejandro Satz

Lámpara e interruptores
Tenemos tres interruptores, A, B, y C. Aquiles pasa de largo el A sin tocarlo. Llega al B, lo acciona. Luego llega al C, lo acciona, deja pasar un tiempo y vuelve a accionar el C. Luego abre la puerta y examina la lámpara: si está apagada y a temperatura ambiente el que la enciende es el interruptor A; si está apagada y más caliente, el responsable es el C; y si está encendida, es el B.
Mauricio R. Schejtman

Aquiles, la luz y la tortuga
Estimados amigos:
Aquiles y la Tortuga son personajes de una fábula. Y en las fábulas los animales hablan. Por lo tanto, todo lo que debe hacer Aquiles es pedirle a su buena amiga la tortuga que le avise (a través de la puerta) cuándo se prende la luz. Y si no quiere andar a los gritos, puede pulsar (prender y apagar) el primer interruptor una vez, el segundo dos veces, y luego abrir la puerta y preguntarle (en voz baja) a la tortuga cuántas veces se prendió la luz.
Daniel Lerner


Resolución particular
Estimados amigos:
Quiero suponer que Aquiles está en conocimiento de los efectos caloríficos como resultado del pasaje de una corriente eléctrica a través de un conductor y que si bien no debe contar con un termómetro de contacto, su mano y la sola idea de “más caliente o más frío” bastará para resolver el enigma. Por lo tanto, lo que debe hacer Aquiles es: pulsar el interruptor más alejado de la puerta, esperar un tiempo prudencial, luego dirigirse al interruptor más cercano, pulsarlo y abrir inmediatamente la puerta. Si la lámpara está apagada, obviamente el interruptor restante enciende la lámpara. Si la lámpara está encendida, al “tacto” verificará si está “aún fría” (interruptor más cercano) o “muy caliente” (interruptor más lejano) para determinar cuál es.
Mario Capra

El de los pies ligeros
Aquiles enciende el primer interruptor, se va a Troya, lo mata a Héctor y vuelve en cinco minutos (por algo lo llamaban “el de los pies ligeros”), lo apaga, enciende el segundo y entra en la pieza donde está la lámpara (no sin dejar de tropezar con la tortuga) y observa alguno de estos dos escenarios: 1) La lámpara está más prendida que la musa que cantó la furia del pélida, ergo el interruptor en cuestión es el segundo.
2) La lámpara está más apagada que la vida del bueno de Patroclo: Aquiles toca la bombilla, si está caliente el interruptor operativo es el primero; si está fría, el tercero. Se vuelve a Troya –a recibir el flechazo fatal– con la satisfacción del problema resuelto (antes le da de comer a la tortuga).

H. Eduardo Palma

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