Así como a fuerza de talento e inteligencia, muchas veces la ciencia avanza a los tumbos; hay episodios (que en general escapan al registro oficial) en los que la suerte primó sobre la razón, el fraude sobre la honestidad y el anonimato frente a la notoriedad. En el Día de los Inocentes, Futuro expone algunos de ellos: los curiosos acontecimientos que llevaron a Galileo a ver a Neptuno (sin reconocerlo como planeta) 200 años antes de su descubrimiento, a un grupo de paleontólogos a fraguar evidencia y proclamar a Inglaterra como cuna de la humanidad y al notable hecho de que la primera radiografía fue tomada antes de que se descubriesen los rayos X.