INFORME DE SALUD
Como en las películas, hay uno malo y otro bueno: el colesterol, aquella sustancia en la sangre que en exceso daña, ha tenido muy mala prensa. No es para menos: esta molécula de tipo graso (la “mala”) arruina lo que para un momento y una cultura constituye una buena figura, atrofia el corazón, las arterias y el cerebro, y es el punto de partida de la aterosclerosis. Aunque muchas veces se omite que la acumulación lipídica constituye la fuente principal de combustible de muchos procesos del organismo, aísla al cuerpo del frío, ayuda a protegerlo de lesiones y que el colesterol “bueno” puede ser una fuente de salud. En esta edición de Futuro, quién es quién, cuáles son los niveles aceptables de esta famosa sustancia y cuándo es preciso comenzar a preocuparse.