Cada una a su modo, ciencia y literatura dirigen sus reflectores hacia ese territorio que las neurociencias ven como la última frontera y la ficción literaria como el cofre cerrado que sólo ella puede abrir: la conciencia humana. Henry James, Virginia Woolf, Defoe, Richardson y Fielding son algunos de los autores que confrontaron la noción materialista –“la hipótesis increíble” de Francis Crick– que reduce sentimientos, esperanzas e ilusiones, y el “yo mismo” a un vasto ensamble de células nerviosas con sus moléculas asociadas. En esta edición de Futuro, el matemático y escritor Guillermo Martínez (reciente ganador del Premio Planeta) examina la última y notable novela del escritor inglés David Lodge en la que justamente la conciencia y las teorías científicas y literarias que la rondan son protagonistas.