En general el tratamiento de cualquier tipo de diabetes se basa en cinco pilares, con algunos ajustes particulares en caso de embarazo, en rasgos generales:

- Educación diabetológica, para conocer la enfermedad a fondo y cómo manejarla de acuerdo con las necesidades personales.

- Automonitoreo glucémico, se trata de determinar la propia glucemia con un aparatito que no produce dolor y cabe en un bolsillo. Los controles deben realizarse varias veces en el día. En el embarazo, los objetivos recomendados de glucemia son, en general, menores que en los otros casos.

- Plan de alimentación: se debe realizar en forma individualizada, con la ayuda de un nutricionista. Y la dieta, salvo casos particulares, no excluye harinas o ciertos alimentos con azúcar, sólo los distribuye de forma adecuada.

- Actividad física: que en el embarazo debe ser programada con ayuda del obstetra, ya que no todas las actividades son aptas para la gestación o para determinadas patologías.

- Medicación: cuando sea necesaria, e indicada por el médico de acuerdo con cada situación particular. Y visita periódica al médico y desde el comienzo del embarazo.