Algunas preguntas
–Se habló de alteraciones del sueño que vienen con la vejez, ¿cuál sería el camino adecuado frente al mal dormir, más allá del montaje de la industria farmacéutica?
Kaplan: –Es verdad lo que usted dice. Ese montaje es una respuesta creada, industrializada (con narcóticos, somníferos o sedantes) que no contempla el proceso de empobrecimiento gradual del sueño que señaló bien el doctor Cardinali. De modo que no estamos actuando en la mayoría de los casos adecuadamente, no hay respuestas científicamente validadas y no está transitada la cultura de la actividad física y de la fatiga natural por la cual la gente –independientemente de la edad– debería obtener mejores sueños. Algo no anda bien en la salud. Hay campañas antitabaco, antidengue, campañas contra lo que usted se quiera imaginar, pero ninguna a favor de obtener un sueño saludable. Tampoco para obtener una vejez saludable; y es así que yo no entiendo por qué las plazas no están llenas de gente dando vueltas, haciendo tai chi o bailando tangos para estar mejor. Y eso que hay evidencias de que por ejemplo –tal como se publicó en una revista de divulgación– la práctica del tai chi chuan evita las caídas en mayores de 50 años, dado el ejercicio de la función del equilibrio.
Cardinali: –Y una cosa importante, además de la actividad física, es la exposición a la luz solar de la mañana porque se ha demostrado que es uno de los reguladores del sueño más notables. En poblaciones geriátricas donde el paciente está todo el día mirando televisión y no se lo expone al sol, el simple hecho de “sacarlo” al sol tiende a mejorar la vida. Otro dato a tener en cuenta es el hecho de no invadir la cama con actividades que no tengan que ver estrictamente con el dormir, como comer o mirar televisión. Yo no digo que no tenemos que mirar nuestro programa favorito acostados en la cama, pero si tenemos trastornos de sueño convendrá no modificar las condiciones ambientales del dormir. Es decir, mirar la televisión en otro lado y después irse a dormir.
–¿Y qué se puede hacer entonces frente a las enfermedades neurodegenerativas?
Kaplan: –Todo órgano que no se usa se marchita, pero yo querría sacarle ese tinte de demencia senil, y nombrarla “insuficiencia cerebral” porque del mismo modo que el corazón, el cerebro pueden tener problemas de funcionamiento. Como recomendación, diría que lo que hay que hacer es usarlo, hay planes de aprendizaje, libros, cine, centros culturales (aquí a pocos metros hay uno buenísimo como el Rojas, que tiene muchas actividades gratuitas para hacer).
–Mi pregunta está relacionada con la anterior (afirmó una señora desde un costado del café): yo soy viuda hace unos diez años y tengo ciertos miedos, al Alzheimer por ejemplo, que se me actualizan cuando mi hija me dice que hay historias que llego a contarle como tres veces.
Kaplan: –Un tema sustancial, y todavía no resuelto, es que hay una asimetría entre la expectativa de vida del hombre y de la mujer. Los hombres nos morimos antes que las mujeres y las costumbres victorianas y judeo-cristianas de casarse con hombres mayores dejan a mujeres con períodos de viudez bastante importantes. Y entonces hay mujeres que se quedan “solas” en momentos bastante difíciles como para rearmar la vida, ni siquiera hay una cultura que compense este hecho: debería fomentarse la homosexualidad, porque no hay otra forma de resolverlo. Es un temasociológico: las parejas homosexuales mantienen su “paridad” durante más tiempo que las heterosexuales. Eso no está resuelto, sobre todo por la dificultad de “rearmar vidas” después de 30 o 40 años de vivir con la misma persona.
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