RAMOS GENERALES
Nigeria para atrás, Jordania para adelante
Mientras la sentencia de muerte persigue los pasos de la periodista nigeriana Isioma Daniel (a quien las autoridades adjudican haber causado la ola de revueltas de Kaduna que terminó con 200 muertos con las frases sobre un concurso de belleza que la harán famosa: “Los musulmanes piensan que es inmoral traer a 92 mujeres a Nigeria para pedirles que revelen sus vanidades. ¿Qué pensaría de ello Mahoma? Con toda honestidad, probablemente escogería a una de ellas por esposa”), las mujeres jordanas están comenzando a saber en su vida cotidiana algunas cosas sobre la igualdad. Al inaugurar la cumbre de mujeres árabes (cuyo objetivo es modificar el estereotipo de la mujer árabe y musulmana), la reina Rania de Jordania pudo, finalmente, anunciar “con placer” que las leyes de su país reconocen “el derecho de igualdad sancionado por la Constitución”, algo que implicará, en la práctica, el acceso a derechos sociales y políticos que, si bien no implican una equidad absoluta, representan un gran paso donde hasta hace unos días una mujer casada necesitaba autorización de su esposo para sacar el pasaporte. En adelante, las ciudadanas estarán habilitadas a, entre otras cosas, percibir su jubilación sin necesidad de renunciar a cobrar la pensión de su marido fallecido, o transmitir la ciudadanía jordana a sus hijos cuando su marido sea extranjero, algo que antes sólo estaba permitido a los hombres casados con extranjeras. Claro que todavía quedan algunas cosas en una región donde, como ejemplificó Rania al plantear las dificultades de emancipación en el mundo del trabajo, sólo el 4 por ciento de las mujeres tiene acceso a Internet.