Esta semana se cumplieron dos meses desde que, al menos en lo formal, se dio impulso a la Banca de la Mujer en el Senado. Fue el 9 de abril, en una sesión en la que el hecho de que las senadoras de todos los partidos estuvieran de acuerdo en tratar una agenda específica y el proyecto haya sido aprobado por unanimidad quedó opacado por la urgencia estelar de la Ley de Seguridad Vial. En estas ocho semanas no puede decirse que haya habido avances: las autoridades (presidenta, vice y secretaria) todavía no fueron designadas, el reglamento interno no existe, la agenda inmediata tampoco. (Tratándose de una banca especial —es decir, no permanente— que puede —o no— renovarse anualmente, dos meses son mucho tiempo.)

Un clásico de la política (universal) es aducir que lo urgente no puede retroceder ante las nimiedades, y no es preciso recordar (¿o sí?) que al segundo grupo van a parar los reclamos que tienen que ver, específicamente, con cuestiones de género. La Banca de la Mujer, podría, llegado el caso, convertirse en muestra de que lo contrario también es posible, ¿o nuevamente lo urgente desplaza al género?

María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica; vocal en las comisiones de Asuntos constitucionales, Presupuesto y hacienda, Derechos y garantías, Sistemas, medios de comunicación y libertad de expresión, y lla Bicameral del Bicentenario) forma, como senadora nacional, parte de la Banca. “Si bien el bloque oficial tiene mayoría, creo que en la conformación de autoridades de la Banca sería importante que hubiera pluralidad de representación, porque eso le va a dar más fortaleza —explica—. Y después espero que a Marita Perceval (FPV, autora del proyecto de la Banca), que probablemente vaya a presidir la bancada, el bloque oficial le deje margen de maniobra porque por ahora el Senado está bastante bloqueado. Espero que el Poder Ejecutivo, con Perceval como interlocutora, nos permita avanzar con leyes o temáticas que tenemos que promover desde esta bancada.” En esa agenda inmediata Estenssoro ubica el aborto no punible “en casos de violación, como primer paso”: “la Banca podría encargar una encuesta para ver qué piensa la comunidad y después llamar a un plebiscito para ver qué quiere la ciudadanía. Sabemos que por cada dos bebés que nacen se hace un aborto clandestino, eso quiere decir que hay una epidemia de salud pública que no estamos atendiendo..., el que haya quienes lo usan como método anticonceptivo quiere decir que existe una ciudadanía que, ante el aborto, tiene menos prejuicio que la dirigencia política.” El segundo punto que propone está, también, ligado a la salud reproductiva: “Es preciso un estudio para monitorear cómo está funcionando la Ley de Salud Reproductiva, porque a pesar de que los hospitales cuentan con los métodos, la información no está llegando a la ciudadanía y a las jóvenes especialmente, porque la epidemia de embarazos precoces continúa. Tenemos que pensar un plan de monitoreo, porque a veces no es que faltan leyes sino que faltan controles”.

¿Hay condiciones para tratar esos temas en esta Banca especial del Senado? “No sé. El que sea una comisión especial que tiene que renovarse anualmente llama la atención, y además, en el texto de resolución por el que se la conforma, se ha puesto énfasis en la igualdad de oportunidades y en la igualdad de género, no sé si no fue adrede para excluir cuestiones de salud reproductiva. Lo veremos cuando nos reunamos y tengamos una agenda puntual.”