Mientras lady Madonna luce sus nuevos fabulosos modelos de ropa interior en negro y color piel desde la portada de Hard Candy y mientras enseña sus nuevas estudiadas coreografías desde un clip junto a Justin Timberlake, su contemporánea y contrincante de los ’80, la pequeña y no menos extravagante cantante Cyndi Lauper recurre a otros artilugios estéticos para acompañar su nuevo cd que homenajea la pista de baile y los resultados son más elegantes y refrescantes. En la portada de Bring ya to the Brink, el disco de Cyndi de reciente edición, hay un par de zapatos rojos casi satinados casi zapatos de Dorothy en El Mago de Oz, pero que en lugar de conducir al hogar, transitan un sendero con pétalos de flores y nos llevan a la pista de baile. Los interiores del booklet están consagrados a una secuencia de fotografías casi sepia y que están coloreadas con acuarelas en las que la cantante luce un vestido viso con print de fresas, junto a una mesa dispuesta con mantel de Vichy, una torta de cumpleaños, una champaña, ¿la celebración de sus 55 años?

En el disco con 12 canciones pegadizas con flirts con el sonido disco, la electrónica y el hip hop Cyndi se ríe de sí misma sin hacer el ridículo. En algunas tomas posa con guantes puestos, el rouge y la sombra de ojos de Mac cuidadosamente aplicados pero desempolvando una bocha espejada de las que iluminan discos, con guantes en las manos, posa también rastrillando las hojas del jardín de su casa con ambiente bucólico, ella, ataviada con vestido sirena en colores azulados y junto a un tendal del que cuelgan otros vestidos largos y pende también su guitarra. La secuencia de moda y pop continúa puertas adentro de su casa, sentada en una mesita con enano de jardín a modo de escultura, ella con vestido turquesa de estilo Las Vegas y dejos de traje para graduación escolar o “prom” y con pequeño gran gesto de diva toma el té de una taza con animal print... Finalmente, la escoba y las luces espejadas quedaron olvidadas en una habitación con empapelados con estampas retro, tal vez porque ella se puso a bailar en su casa o por un rato se hartó de la escoba y también de la disco haciendo honor a su hit de 1983, “Girls just want to have fun” y está con los dos hombres de la casa, su marido y su hijo.

En la última década salió de gira con su amiga Cher, temporada 2002, editó un disco de covers de canciones elegantes llamado Cyndi at last –temporada 2004– y admitió desde “La vie en rose” a hits de Nina Simone y en cuya portada vistió un austero vestidito negro strapless. Luego actuó en varios films ignotos y en un célebre capítulo de la serie Queer as Folk y recuperó su categoría de icono de la moda y del pop en Japón, adonde en estos días uno de sus nuevos hits –“Same old story”– musicaliza un comercial de autos, dirigido a chicas que a veces sólo quieren divertirse.