1. ¿Cuántas leyes presentó por la despenalización del aborto?

–Presenté tres con distinto texto. Al principio, presenté un proyecto para crear una comisión que redactara un proyecto de legalización, después presenté uno para la regulación del aborto no punible, el tercero fue cuando le di estado parlamentario al proyecto elaborado por la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Algunos fueron vueltos a presentar cuando perdieron estado parlamentario, como el de la Campaña. En las comisiones sólo llegó a tratarse la regulación del aborto no punible, que tuvo dos veces dictamen de la comisión de salud, pero no llegó al recinto. Y también recibimos presiones, porque en mi segundo año como legisladora, todos los miércoles, grupos fundamentalistas nos esperaban a la salida de la sesión y nos repartían escarpines a todos los diputados y diputadas. Estaban ahí, gritando cosas y con carteles, y nos daban los escarpines.

2. Pese a los años de la incorporación de mujeres en el Congreso, ¿éste sigue siendo sexista?

–Sí, lo sigue siendo. Absolutamente. Igual que la sociedad. Podemos decir que pese a todo lo que se ha avanzado, aún seguimos teniendo una sociedad y un mundo sexista.

3. ¿Cuál fue la frase más machista que escuchó o le dijeron en el Congreso?

–”Los señores diputados pueden tomar asiento.” Esa es una frase muy machista. En lo personal, nunca me sentí descalificada, pero recuerdo una situación horrible, que me di cuenta enseguida de lo que pasaba. Cuando asumió Felipe Solá, a quien no le gusta ser diputado, como a otros que fueron gobernadores, Patricia Vaca Narvaja presidió la sesión. En un momento, ella lo único que hizo fue llamarlo al orden, y él le contestó en forma prepotente, le dijo algo así como “qué me vas a decir a mí cuánto tiempo tengo que hablar”. Se ve que se sintió incómodo porque una mujer le ordenaba terminar, sumado a la incomodidad que le producía ser uno más entre 257 diputados y diputadas.

4. ¿Cree que habría llegado a ser diputada nacional sin cupo femenino?

–No, en absoluto.

5. Usted es presidenta del bloque Socialista. ¿Siente que tiene poder de decisión real en el bloque, o que las cosas se cocinan en espacios más masculinos?

–Sí, tengo un poder real como presidenta de bloque, decido cosas y participo de espacios en que otros no participan, pero no desconozco que otros compañeros varones que ocupan espacios circunstancialmente menos importantes que el mío participan de espacios de decisión mayor.

5. Uno de sus objetivos cuando asumió era avanzar en un proyecto de valoración del trabajo doméstico. ¿Pudo hacerlo?

–No, no pude. Es una asignatura pendiente, en el aspecto de plasmarla en una iniciativa parlamentaria. Sí he avanzado en la comprensión, y estoy cada vez más convencida de que hoy en la Argentina es la gran limitante para la participación de las mujeres.

6. ¿Abortó alguna vez?

–No.

7. ¿Le tocaron el culo en el colectivo?

–En el colectivo no, en la calle. Es horrible, no pude reaccionar, sentí una impotencia espantosa y bronca conmigo misma de no reaccionar a tiempo. Era muy chica cuando me pasó.

8. ¿Cuándo le cuesta más decir no?

–Cuando dudo, cuando no estoy segura de si tengo que decir que no. Pero si estoy convencida digo que sí o que no. Sólo como la película, cuando dudo.

9. ¿Para qué cosas cree que resulta imprescindible?

–Para ninguna. Quizá para mis hijos.

10. Tiene la chance de hacer efectiva una ley. ¿Cuál sería?

–La legalización del aborto.

* Diputada nacional, presidenta del bloque Socialista. Dio estado parlamentario al proyecto de la Campaña por el Derecho al Aborto.