DIEZ PREGUNTAS > A VIVIANA SCALIZA
—Hace años fui con amigos a un pub irlandés donde había un grupo tocando, que resultó ser The Shepherds. Luego fui a alguno de los primeros Festivales Celtas que organizaba (y sigue haciéndolo) Guillermo Pardini, en el Teatro del Globo, hasta que hace algunos años un amigo me propuso ser madrina de Ogham, un trío liderado por el violinista Gustavo Echeverría, que me invitó a cantar en su banda. A partir de ahí me dediqué a aprender un nuevo estilo que nada tenía que ver con lo que venía haciendo desde siempre. Me encontré muy cómoda cantando esta música que tiene tantas ramas diferentes, ya que proviene de pueblos muy distintos entre sí.
—Perfectamente, son músicas con raíces muy profundas y toda la música que sale de la tierra está emparentada en algún lugar. Y el mate amargo en los ensayos de música celta con Cristina Lopiano son infaltables y cebados por nuestro percusionista Ferry O’Killian, nótese la raíz autóctona de su apellido (autóctona de Irlanda, claro; ¡ja ja!) Por otra parte, en la Argentina hay público para todo.
—No sé si las extraño; me gustan las cosas como están en este momento de mi vida. Sólo sé que recién ahora las escucho como espectadora y me doy cuenta de lo bien que sonábamos y del porqué de la respuesta de la gente. Las redes sociales de Internet me han dado una sorpresa al respecto con este tema; mucha gente pidiendo nuestra vuelta. Estoy viendo cosas que en su momento desde adentro no percibía. O tal vez tiene que ver con esa nostalgia propia del argentino, todo tiempo pasado fue mejor, los muertos se convierten en héroes o santos y los grupos separados suelen hacer vueltas triunfales (algunos, los que sólo vuelven una vez al menos).
—...cantar a dúo con Joan Baez.
—En mi caso es una tranquilidad. Después de tanta banda, ¡soy mi propia líder! Pero convivo con otros músicos que también tienen voz dentro de lo que hacemos en el blues, y en lo celta somos un dúo. Conozco casos de solistas vitalicios inevitables.
—Mmmmmm... Ha ocurrido, ocurre, pero las veces que las cosas han ido más allá del escenario no fueron muy afortunadas para mí.
—No. ¿¡Me estaré perdiendo algo!?
—Cuando algo me hace mal pero me gusta muuuuchoo. Tengo el sí flojo.
–Para nada. Frase típica que suelo usar: “El cementerio está lleno de imprescindibles”.
—Serían dos, creo: la que iguale los derechos de las lesbianas, los gays, las travestis y los transexuales con los de los heterosexuales, y alguna que defienda el derecho a la identidad biológica de los adoptados, más allá del tema de la dictadura militar.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux