[IN CORPORE]
Aunque llueva, truene, esté nublado, haga frío o simplemente vayamos a la oficina, los y las dermátologos/as recomiendan ponerse siempre protector solar. No sólo como pantalla cuando el sol cae como un rayo generador de sudor y enrojecimiento en la pileta o la playa, sino también cuando está altivo, pero desapercibido en el cielo de las ciudades o de los días de plaza o paseos sin malla ni ojotas. Aunque, por supuesto, con la primavera y el verano los recaudos se tienen que incrementar por una cuestión de salud.
Hubo un tiempo en el que el bronceado permanente era símbolo de status, de tener mucha plata para vacaciones largas, en Mar del Plata, Pinamar o Punta del Este y el color dorado mostraba el resplandor de la billetera. Algo de ese mandato continúa colado en la moda y la mirada social y el tono bronce sigue bien visto. Sin embargo, la dermatóloga Mónica Maiolino, asesora de Dermaglós, contrapone: “El bronceado es la respuesta a la agresión ocasionada por la exposición a la radiación ultravioleta”.
–El sol es fuente de energía y nos permite sintetizar vitaminas y reforzar nuestro sistema inmune. La exposición solar cuidada es beneficiosa para nuestro cuerpo. No obstante, sin los cuidados indicados perjudicará nuestro organismo y aumentará las posibilidades de desarrollar tumores de piel y fotoenvejecimiento prematuro. Por eso, tanto los niños como los adultos deben colocarse correctamente el FPS, 30 minutos antes de la exposición solar y renovarlo cada 2 o 4 horas, según la actividad, la sudoración y el contacto con el agua. Luego de colocarlos se aconseja la utilización de anteojos, remeras y gorros para minimizar la agresión.
–Es aconsejable usar protección solar tanto en la playa como en la ciudad ya que los rayos solares dañan la piel, sin protección, de la misma manera en cualquier lugar. De hecho, aunque la intención no sea exponernos al sol para lograr broncearnos se aconseja usar para la ciudad cremas diarias protectoras de día que contengan un mínimo factor de protección solar FPS20.
–La exposición diaria con FPS y en horarios adecuados no debe ser mayor a los diez minutos diarios. De esta manera otorgamos a nuestro organismo la dosis óptima de sol.
–En los últimos años, la alteración de la capa de ozono ha puesto en mayor riego a los seres vivos.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux