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Entre los precursores del género que fusiona moda y cortometrajes se alistan Cincuenta años de Moda Parisina, el documental que en 1910 compiló obras de modistos y sombrereros entre 1859 y 1909; una decena de filmaciones dirigidas por el mismísimo couturier Paul Poiret en 1913 e historias de ficción alrededor de la moda con trajes de Worth y de Paquin, regidas por líneas argumentales cercanas a culebrones. Una trama fashionista indicaba: “La mujer descubre que su prometido fue cautivado por una princesa india y para recuperar su amor recurre a una modista de alta costura, convencida de que la ropa puede ayudarla a recuperarlo. Y la elección fue tan acertada que él olvida inmediatamente a la princesa”. O bien Las Aventuras de Dorothy Dare, una comedia de enredos con aspiraciones de policial cuyas acciones se detenían para que un cartón anunciara cada nuevo traje de la protagonista.

Un siglo más tarde y en la temporada que acompaña a las colecciones de 2010, la modalidad de comienzos de siglo diecinueve vuelve a estar en boga y con alta rotación en YouTube, Facebook y los blogs.

Por un lado, Marni, la firma que diseña Consuelo Castigglioni y empezó como dealer de pieles para otras marcas de lujo, afianzó un lenguaje de diseño propio con variedad de materiales que no son pieles, continuó con los cortos de animación iniciados en 2009 junto al realizador británico Rohan Wadham. Su modelo y musa animé es una muñeca futurista y dark dueña de un fondo de placard envidiable. En la ficción suele pasearse por locaciones inhóspitas abrigada con descollantes chaquetas de la firma. Tal como exhibe el corto más reciente, Valley of the Marni Clad Dolls, presentado como complemento de las recientes colecciones europeas, ahora la muñeca se enamora de un jardín y además saca a relucir un vestidito rojo que compone el nuevo look book de la firma. La saga de moda y proyecciones continúa con el reciente encargo en 35 mm de Prada al cineasta Yan Fudong. Regido por un proverbio chino, se titula Todo el trabajo del año depende de un buen comienzo de la primavera. Con claros recursos del surrealismo, los protagonistas masculinos sobrevuelan calles con la ayuda de paraguas y maletas Prada –lucen trajes y sombreros de la colección de primavera– mientras que ellas posan en chaise longues y desfilan trajecitos de falda y chaqueta de la nueva temporada. El corto conjuga la tradición y la vanguardia oriental y transcurre en Shanghai, una de las ciudades que más tiendas de lujo abrieron en los último años.

Continuando con el mercado del lujo, Louis Vuitton presentará el próximo 11 de febrero un nuevo corto y campaña protagonizada por el bailarín Mikhail Baryshnikov que fue realizado por la célebre retratista Annie Leibovitz, quien ya fotografió para esa firma a Keith Richards, a un trío de astronautas y a los cineastas padre e hija Francis Ford y Sofia Coppola.

La misma semana en que el genial Martin Scorsese obtuvo el premio Cecil B de Mille durante la entrega de los premios Globo de Oro, trascendió a modo de susurros entre los seguidores de la moda que el director de Taxi Driver y La edad de la Inocencia fue quien dirigió un nuevo comercial de Chanel en un cafecito retro del barrio neoyorquino de Brooklyn.

Otro spot consagrado a Dior y a las jóvenes consumidoras de Miss Dior, su nuevo perfume, representa un día perfecto según la cámara y la estética de la experta Sofia Coppola. Las escenas fueron filmadas en París, hay guiños sutiles a Audrey Hepburn en la película Funny Face –la contemplación de los puestos de flores y la suelta de globos de colores–, odas a la pâtiserie decorada del estilo María Antonieta y que además de generar una nueva moda en las campañas gráficas puso de moda los postres rimbombantes aun entre las anoréxicas. La joven usuaria del perfume, la modelo y cantante Maryna Linchuk, recorrió París arriba de una bicicleta en zapatillas y un vestido de alta costura en rosa Dior.