RESISTENCIAS
Todavía se necesitan juntar 200.000 llaves para contar con el bronce necesario para realizar la escultura de la mujer originaria que podría reemplazar la figura de Julio Argentino Roca en el centro porteño, en un acto de justa reparación histórica.
› Por Luciana Peker
En el 2005 el artista plástico Andres Zerneri tuvo ganas de rendirle un homenaje al Che que vaya más allá de las imitaciones hollywoodenses o de las remeras fáciles de poner y sacar. Pero no con auspicios que siguieran marketinando al promotor de un hombre nuevo con marcas que, en verdad, crearan nuevas formas de ataduras. “No quería que fuera a través de un auspicio, un partido político, ni de dinero, sino a través de la solidaridad”, le cuenta Zerneri a Las12.
El plan fue juntar el material para la obra entre la comunidad. “Abrí la convocatoria para que aporten llaves y pequeños objetos de bronce. Finalmente, 14.575 personas donaron 75.000 llaves en dos años y medio”, recuenta. Y valora: “Lo más importante fue la articulación de la ayuda. Una vez que tuvimos todo el material lo llevamos a una fundición que, por ejemplo, tampoco nos cobró”.
En ese momento, el trabajo quedó en sus manos. Se tomó cinco meses para crear al Che. Hasta que terminó una obra monumental de cuatro metros y decidieron llevarlo a Rosario. Pero para seguir con las odiseas, la aventura continuó en barco. “Nos pareció más romántico porque el Che nació el 14 de junio de 1928 y llegó a Rosario de la panza de su madre desde un yerbatal de Misiones. Después de ochenta años nos parecía bueno que llegara otra vez a Rosario por el río Paraná”. La convocatoria sumó a ocho mil personas que esperaron en el puerto el domingo 1º de junio del 2008.
¿Por qué después llegó la idea de las mujeres que menos voz tienen en el eco público? “En un acto en el que estaba Osvaldo Bayer él dijo que sería bueno rendirles un homenaje a los pueblos originarios. Eso nos puso el norte”, cuenta. ¿Y por qué a las mujeres? “No fue muy pensado. En términos escultóricos, en el cuerpo de una mujer se simboliza a los dos sexos, a la naturaleza, a la gestación, a la Pachamama. Queremos trasmitir que los pueblos originarios no son sólo pasado: siempre se habla de lo que comían o cómo vivían. Nosotros queremos decir que los pueblos originarios son presente y futuro. Además, está bueno que para hablar de los dos sexos siempre se usa el masculino y acá sería al revés: ambos géneros se simbolizan en el cuerpo de una mujer”, resalta Zarneri.
En septiembre del 2009, comenzó otra vez la convocatoria para juntar llaves. Sin embargo, los bombos y platillos del Che Guevara tuvieron –reconoce– más efecto que las mujeres en plural. “Cuando arrancamos nos costó más difundir el proyecto. La gente donó menos bronce. Tal vez es porque se reconoce como algo menos propio a los pueblos originarios y es menos movilizante. Con el che fue más rápido. Pero eso habla más de la necesidad de rendirles un homenaje a los pueblos originarios y estamos intentando que el flujo de aportes vaya más rápido”, se entusiasma Zerneri.
El objetivo está en marcha. “En diez meses ya tenemos un tercio del bronce que necesitamos. Y Ricardo Darín, Juan Palomino, Belén Blanco, Mike Amigorena, Horacio Fontova nos están ayudando a convocar a la entrega de las llaves. Ahora estamos intentando hacer un spot con presidentes latinoamericanos como Cristina Fernández, Pepe Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Fernando Lugo (Paraguay) para que también se sumen al proyecto, lo legitimen y le den una perspectiva más latinoamericanista”, anuncia.
“Hasta ahora tenemos tres de las diez toneladas de bronce que necesitamos. Todavía faltan 200.0000 llaves que se pueden dejar en sesenta y un centros de acopios: bares, escuelas y en distintos puntos del interior del país”, apunta. Su sueño es un monumento que no sea estático, sino que movilice también ideas. “La gente no sabe que en la Argentina se hablan catorce idiomas, que el sesenta y uno por ciento de la población tiene un vínculo genético con algún originario/a, que hay más de veintiséis comunidades que tienen muchos reclamos con respecto a sus territorios, la revalorización de su cultura y la contaminación ambiental. Y en el año del Bicentenario es una interpelación a reconocer que había gente que vivía hace por lo menos 15 mil años antes de 1810 en este territorio”, subraya. Pero no todo termina en el bronce: el objetivo es que se saque el monumento al general Roca –ubicado en Diagonal Sur y Perú– y que una mujer originaria nos mire desde el epicentro de la ciudad de Buenos Aires a partir del 2011.
Más información: www.mujeroriginaria.com.ar
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