Vie 27.08.2010
las12

MúSICA

Ciento por ciento kitsch

Actriz y cantante, Mabel Salerno aprovecha su gusto por el estilo recargado para animar el show de su grupo, Mabel y los Inmaculados, con un repertorio romántico que le permite rodearse tanto de Gilda como de La Lupe, Lola Flores o Elis Regina.

› Por Sonia Jaroslavsky

Guirnaldas de luces de colores se prenden y apagan en la entrada de la casa del barrio de Devoto de la actriz y cantante Mabel Salerno. No es una fiesta, no hay un cumpleaños, no es una pose: ella es una dama kitsch 100 por ciento.

Maby –como le dicen–, de noche, es la actriz y cantante del grupo teatral musical Mabel y los Inmaculados, y de día, del grupo de rock infantil Papando Moscas, que acaba de terminar una temporada de invierno muy exitosa en La Trastienda. Más que cantante, ella se define como “una actriz que canta” y esa fue la idea mentora: encontrar canciones que contengan cierta teatralidad del personaje que construye Maby y se nombra Mabel en los espectáculos que presenta con sus músicos, los Inmaculados: Guillermo Rey en piano; Beno Guelbert en bajo; Pablo Rojas en percusión; Martín Paladino en batería y Jape Ntaca en guitarra y arreglos.

Mabel (el personaje) es una antidiva. Una antihéroe que ha tenido muchos desamores. Convoca y hace partícipe a su público desde ese lugar de fracaso, de fracaso en el amor. Pasó por diferentes etapas en su vida: una época donde le daba mucho al chupi, u otra, donde se morfaba todo. “¡Por supuesto que estas adicciones son exclusivamente fruto de las dificultades y preciosuras que trae aparejado un gran amor!”, aclara con voz triste y melancólica. El grupo, que ya lleva más de diez años, ha realizado un recorrido persistente y poco a poco se ha ganado fieles seguidores.

Mabel Salerno viene del mundo de la plástica, pero allá por los ’80 entró por casualidad a tomar un curso de mimo en la famosa escuela de teatromimo de Escobar y Lerchundi. En ese momento, hacía furor el Clu del Claun y es así como Mabel ingresa en la técnica del clown de la mano de Hernán Gené y Gabriel Chamé Buendía. En el año ‘86 el Odin Teatret dirigido por Eugenio Barba hacía su primera presentación en Buenos Aires y Maby quedó deslumbrada. Guillermo Angelelli (actor y clown) fue uno de los que impartió el entrenamiento físico y vocal en esta línea. Maby fue alumna de su primer grupo de entrenamiento y durante cuatro años absorbió esta técnica intensa (entrenamiento de cuatro horas diarias, cinco veces por semana) dando por resultado el espectáculo Estigia, y en ella, el entendimiento de un cuerpo actoral sensible y técnicamente bien entrenado. Como una emergente de aquella movida de los ‘80, cuenta Maby: “Un día, unos amigos budistas me piden que prepare algo para un festival que organizaban. Con un amigo que tocaba la guitarra y su mujer que tocaba el teclado, preparamos un show que tenía un repertorio de canciones alemanas, árabes y españolas. Muy en la onda música del mundo. Al grupo le pusimos Los rodocrositas rosas, por la piedra nacional. Subo al escenario a cantar y todos se matan de la risa cuando esa no era la intención. Ahí me di cuenta de que había algo de eso en mí: el canto y la risa”.

El género que transita Mabel y los Inmaculados es el bolero por excelencia, pero, en Viajero, también hay cumbia, reggaeton, habaneras o calipso. Toda la música desde sus inicios es latina y si existe algún tema en inglés lo reversionan al castellano. “Elis Regina, Selena, Gilda, Lola Flores o La Lupe. ¡Están las mejores rodeándome!”, dice orgullosa de su repertorio. “Jape (su pareja y arreglador) sube o baja el pulgar, pero en general coincidimos, porque buscamos temas que tengan mucha riqueza musical”, agrega. Con el tiempo comenzaron a tildarlos como un grupo kitsch por los objetos singulares o el vestuario pomposo en sus shows. Ella comenzó a identificarse con eso que la rodeaba en su mismísima vida cotidiana y posteriormente lo plasmó en el escenario como una extensión de su vida que se filtra por una rendija. En varias de las presentaciones la acompañó, como artista invitado, Carlos Casella (El Descueve), además de bailarín, actor y cantante que oficia de galán para albergar el romanticismo de la diva. En Viajero apunta a la síntesis, sin tantos cachivaches multicolores festejando cada tema, y en el despojo, se pone de relieve la actriz, la cantante y la payasa que abren los corazones de su público y rebela la potencia del grupo.

Este año viene agitado para Mabel Salerno. Mañana se presenta en el Espacio Ecléctico de San Telmo con Viajero y con Papando Moscas planean una temporada de verano en La Trastienda. Además, Salerno ensaya la obra La tierra de las montañas calmas para el proyecto de Dramaturgias Cruzadas (Obras en proceso de Argentina y Europa) con el español Paco Becerra como dramaturgo y Matías Umpierrez en la dirección. Maby es la protagonista y compone a una mujer que busca la verdad que oculta la ausencia de su esposo. Se presentará en septiembre en el Teatro Callejón. Y, para terminar, otro proyecto la tiene eufórica: se encuentra en proceso de creación un unipersonal musical escrito por Santiago Loza (en cine: Extraño; Rosa patria) y dirección de Juan Parodi (en teatro: CariñoYacaré, El cabaret del Anfitrión). “La idea de este espectáculo es verla a Mabel sin sus problemas de amor porque lo ha encontrado, pero ahora... vienen sus problemas psicológicos por el temor a perderlo”, agrega Maby y sonríe.

Viajero se presenta mañana (sábado 28/8) a las 22 en el Espacio Ecléctico. Humberto Primo 730. $ 30. Reservas al 43071966.

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