PERFILES
No llegó a los 14 años y ya es la actriz promesa del cine norteamericano. Con apuestas fílmicas memorables, Chloë Moretz cambió las muñecas por armas de alto calibre y chupasangres, mientras sigue apostando a roles jugados.
› Por Guadalupe Treibel
Como hermana de Joseph Gordon-Levitt en 500 días con ella, se convirtió en impensable consejera emocional, dando claves de madurita precoz a grandulones en sus veinte. Como Chelsea Lutz, fue una perceptiva niña capaz de conectarse con (maléficas) voces del más allá y –en plan hipnótico– subirse a un tejado con miras de salto al vacío en la remake de Terror en Amityville. Como la Hit-Girl de Kick-Ass (y aquí vienen las guirnaldas, el papel picado, los fuegos artificiales), se calzó el traje de (anti)heroína para cargarse a 15 mafiosos sin transpirar y, grúa mediante, aplastó un auto (con un tipo adentro) a las carcajadas. En TV, participó de la tira white-trash Mi nombre es Earl y de la longeva Amas de casa desesperadas. Dulce, ácida y –levemente– siniestra, la actriz Cloë Moretz goza de un breve y saludable carrerón, donde cada rol –lejos de ser convencional– pone en jaque algún tabú y resulta francamente encantador. Al fin y al cabo, no todos los días se ve cómo una nena con colitas pelea a la par de cuarentones con bazucas... Y les gana.
Si algo queda claro es que la muchachita de 13 años sabe elegir sus personajes y, mientras lo hace, no sube escalones a la fama: los salta de par en par. De ahí que la (precoz e innecesaria) versión yanqui del perfectísimo film sueco Let the right one in (2008), de Tomas Alfredson, le valiera el protagónico de Abby, la dual vampirita pre-adolescente, tierna y sanguinaria a la vez. “Está maldecida con inmortalidad y, al final del día, sólo desea ser normal, ser alguien que jamás podrá ser”, definió Moretz sobre su Abby. Con estreno estimado el 13 de enero en Argentina, Déjame entrar (tal el nombre de la versión) tuvo críticas adversas, pero nadie dejó de destacar el talento de la castañita y sus afilados colmillos. Algo es seguro: si alguien tenía que poner el cuerpo a una inocente sanguinaria, nadie mejor que Moretz. “Los típicos roles para niños no suelen interesarme. Elijo personajes que estiren mis límites emotivos y me permitan expresar emociones que como yo misma no podría expresar”, definió la artista en una oportunidad. Los resultados, bien favorables...
Es que, en la usina de talento under-15 de Hollywood, la muchacha pisa fuerte. Y, lejos de optar únicamente por apuestas megacomerciales, la actriz nacida en Atlanta el 10 de febrero del ’97, hija de un cirujano y una enfermera, sigue ahondando el costado más freak de las filminas marca USA. No por nada, la ganadora de un premio Scream 2010 será la icónica “Emily The Strange” en la adaptación a pantalla grande del icono cómic contracultural. Creado por Rob Reger, el oscuro y famosísimo personaje –que viste de negro, es antisocial y amigo de cuatro particulares gatos, que odia a Hello Kitty, ama el punk y es fan de las matemáticas– será película por obra y gracia de Universal.
Como también será película La invención: de Hugo Cabret, libro ilustrado de Brian Selznick, sobre un huérfano relojero y ladrón que vive en una estación de trenes parisina. ¿Quién la está dirigiendo en 3D? Martin Scorsese. ¿Quién hará de excéntrica amiga del protagonista? Qué va: Choë Moretz, que se queja porque sus estrictos padres no la dejan ver Taxi driver. Del recuento también se desprende Hick, la novela de Andrea Portes que tendrá versión fílmica de la mano de Moretz, como una nena de 13 años que se encamina sola para Las Vegas y enfrenta turbios personajes y (más) turbias situaciones en el camino. ¿Quién acompañará a Chloë en la pantalla grande? La otrora vampirita pre-adolescente, Kirsten Dunst. Oh, casualidad.
Mientras, Moretz ya confirmó su presencia en la segunda parte de KickAss, el film que la puso en el ojo de la tormenta, para la que entrenó seis meses artes marciales y cuya secuela comenzará a rodarse el año próximo. Antifaz y peluca violeta corte carré mediante, ¿cómo habrá evolucionado la repentina huérfana mata-malvados? Habrá que esperar para saber. Mientras, los fans de Hit-Girl acorralan a Chloë en la calle con particulares pedidos: “La gente me pide que los golpee en la cara, les deje moretones”, comentó la niña extrañada; no sin antes destacar que es fuerte y que defiende a sus amiguitos en la escuela pero “sin pegar a nadie ni a nada”. “Ni siquiera digo malas palabras; si mis padres me escuchasen, me castigarían de por vida”, agregó.
De más está decir que su familia tiene un rol central en su carrera. No sólo Mamá Moretz es su manager, peluquera y maquilladora (y no la deja usar tacos); su hermano Trevor, de 24, es su coach de actuación y productor y juntos sueñan hacer una remake de Desayuno en Tiffany’s, película favorita de la actriz. “Me encantaría ser como Audrey Hepburn”, expresó una vez. Y agregó entusiasmada: “También me gustaría hacer una versión de Lo que el viento se llevó y ser Scarlett O’Hara”. Tendrá que esperar y crecer para llenar el fisic du rol... ¿Otra artista que admira? Natalie Portman, porque es “seria, talentosa y hermosa”. “Así quiero ser: normal, ir al colegio, ser inteligente; ser más que una actriz en la pantalla.” Las pruebas son irrefutables: va bien encaminada.
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