El Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (el principal organismo internacional de financiamiento de programas a gran escala de prevención, tratamiento y atención contra las tres enfermedades) se reunió en Bulgaria ante la protesta de la sociedad civil. Las organizaciones no gubernamentales le pidieron a la entidad que los fondos para detener el vih/sida, la tuberculosis y la malaria se apliquen en todo el mundo. Ya que tanto Latinoamérica como Europa del Este corren riesgo de perder financiamiento para generar campañas que puedan prevenir mayores transmisiones.

La presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), la médica argentina Mabel Bianco, participó de la reunión como integrante de la delegación de ONG de países en desarrollo que organizó esta protesta.

El repudio a la falta de recursos para todas las regiones contó con la presencia de más de seiscientos activistas de Europa del Este, la región con más rápido crecimiento en la epidemia de VIH en el mundo. El conflicto surgió porque, en el último tiempo, muchos países quedaron afuera de las rondas en las que el organismo convocó a presentar proyectos para financiar, porque no admitían propuestas de naciones consideradas “no pobres”.

Pero justo cuando saca sus fondos de Latinoamérica, la feminización del sida crece y esto aumenta la disparidad de género. Bianco resaltó: “El Fondo Mundial aún tiene una deuda con las mujeres y niñas afectadas y viviendo con el VIH, porque no las asumió como prioridad en sus intervenciones, ni siquiera en las más tradicionales orientadas a las mujeres, como las que intentan evitar la transmisión vertical (de madre a hijo) que es, muchas veces, la única acción focalizada en las mujeres. Pero así y todo sólo cubre al 26 por ciento de las embarazadas con VIH de los países a los que asiste. Por eso, si su cobertura fuera más amplia y universal, disminuiría significativamente la infección en los niños hijos de embarazadas que viven con VIH”.

El director ejecutivo del Fondo, Michel Kazatchkine, reconoció que sólo el 13 por ciento de los proyectos incluyó intervenciones para disminuir la desigualdad de las mujeres y apenas el 6 por ciento de los planes plantearon la remoción de la discriminación que padecen las mujeres viviendo con VIH. “El Fondo Mundial está muy lejos de contribuir y promover la integración en las acciones de prevención, diagnóstico y tratamiento en las mujeres que viven con el virus en los programas de salud sexual y reproductiva. No ha promovido la capacitación del personal de salud sobre el efecto que los antirretrovirales tienen en los métodos anticonceptivos, ni fomentado formas de prevención controlables por las mujeres como el preservativo femenino”, recalcó Bianco. Y reclamó: “Necesitamos que el Fondo Global sea mucho más proactivo respecto de la prevención, la atención y el apoyo de las mujeres que viven con VIH, tuberculosis y malaria”.

La médica argentina advirtió: “Ahora, en tiempos de crisis y restricciones económicas, es fundamental exigir que se use mejor cada peso invertido. El mal uso de los recursos en los programas o los severos fraudes observados en algunos casos son muy dañinos. Por eso, las ONG debemos ayudar a monitorear que esto no ocurra”.

Más información: Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) / Tel.: (011) 4372.2763 | e-mail: [email protected] | www.feim.org.ar