El Observatorio de la Discriminación en Radio y TV ha gozado de importante visibilidad en los últimos días. Esto en parte se debió al trabajo de algunos y algunas periodistas interesados/as por las temáticas de este espacio; porque se divulgó un informe con estadísticas sobre programas de televisión discriminatorios que resultó un material para públicos más amplios que los acostumbrados a leer sobre discriminación; pero también porque el 14 de septiembre se conmemoró el “Día latinoamericano de la imagen de la mujer en los medios”.

Respecto de esta fecha no es difícil concluir la pertinencia de que la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) cobije al Observatorio, ni el asesoramiento del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). En cambio es frecuente que nos pregunten a las y los representantes de este organismo por qué forma parte de esta tríada el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM). La explicación es bastante sencilla: la mayor discriminación que se produce en los medios de comunicación de nuestro país refiere a las mujeres y está absolutamente naturalizada.

Ahora bien, este es un espacio que no cuenta con poder de sanción porque en su constitución, a partir de una de las propuestas del Plan Nacional contra la Discriminación, otros eran sus fines. Aquí entendemos que la sanción no es la única manera de mostrar los alcances que tienen los mensajes estigmatizadores y discriminatorios, sino que frente a estereotipos ancestrales como los que reproducen los medios –y muy específicamente las publicidades– es fundamental generar discursos que expliquen el porqué de esas discriminaciones que muchas veces no se ven. No obstante, somos conscientes de que en otras ocasiones esas discriminaciones no sólo se ven, sino que se especula con ellas. Ahí es cuando entendemos que el cambio cultural debe estar dado tanto por los y las productores/as de esos mensajes como por quienes los leen y decodifican rechazándolos o aplaudiéndolos. Que ya no se piense que los “enanitos” dan suerte y entonces hay que tocarles la cabeza, que las mujeres si son lindas son bobas o que para gustar deben ser hiperflacas, que haya que cobrarle más a una persona por ser “distinto”, que se trate de “gente” si se habla de vecinos y que dejen de serlo si son piqueteros, que los indios de tan buenos son tontos y los negros y las negras son sexies o delincuentes.

Por eso quienes formamos este Observatorio generamos recomendaciones y estudios en pos de que esas circunstancias se reviertan y difundimos buenas prácticas porque, afortunadamente, también las hay en la televisión y la radio así como en la publicidad. En ese sentido, el próximo lunes 3 de octubre, a las 14 horas, el Observatorio invita a participar de la jornada “Reflexiones para una publicidad inclusiva y diversa”, en la calle Presidente Perón 2625 (de la Ciudad de Buenos Aires), donde se va a desarrollar una de las actividades que realizamos con el fin de instalar que los mensajes pueden ser llamativos sin que eso implique que algún colectivo social sea perjudicado.

* Coordinadora del Observatorio de la Discriminación en Radio y TV.