Viernes, 21 de octubre de 2011 | Hoy
ELECCIONES 2011
En dos días, el país elegirá a su próximo/a presidente/a. Las/12 elaboró un informe sobre los candidatos/as en carrera y sus propuestas de gobierno en relación con temas de género que podrían afectar la vida de las mujeres. Lo que salta a la vista después de este relevamiento es que la agenda de campaña no es muy prolífica en relación con estas problemáticas. Y que de la despenalización del aborto casi nadie habla –salvo la izquierda tradicional–, aunque después de las elecciones hay fecha para el debate en el Congreso de la Nación.
Por Elisabet Contrera
Elaboraron una propuesta amplia y detallada. Como primer punto, realizan un diagnóstico crítico de la situación actual. Llaman la atención sobre las “leyes que carecen de reglamentación y con poca incidencia”, como la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, la Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable o la de Trata de Personas. Alertan sobre la cantidad de víctimas de femicidios, los índices de mortalidad materna que no bajan y los abortos no punibles judicializados. También cuestionan el presupuesto asignado al Consejo Nacional de las Mujeres, que consideran “insuficiente”.
A la hora de las propuestas, postulan como primera acción crear un organismo gubernamental que desarrolle políticas públicas con una mirada de género. Impulsarían la paridad en los cargos electivos y ejecutivo, la formación del personal de seguridad y la educación en las escuelas desde una perspectiva de género.
Uno de los puntos que los diferencian de otras fuerzas es la intención de promover la corresponsabilidad de la crianza y cuidado de los hijos/as entre madres y padres. Para ello, impulsarían la reforma de la licencia laboral por nacimientos y la obligatoriedad de jardín materno paternal en los ámbitos públicos y privados, estableciéndola por cantidad de empleados independientemente del género.
Sobre el proyecto para legalizar el aborto, en una nota publicada el 7 de agosto pasado en este diario, Binner planteó su posición. A la pregunta de si se animaría dar el debate, respondió: “Tengo una visión sobre el tema de médico: prefiero la vida y no la muerte. Las y los jóvenes tienen que conocer cómo evitar un embarazo no deseado. Cuanto menos escolarización hay, más embarazos no deseados hay. Tenemos que darle primero educación a la gente y después que decida sobre su cuerpo”.
Es la única fuerza que elaboró un Plan Nacional de Igualdad de Hombres y Mujeres separado de la plataforma electoral. Según detalla la plataforma, el primer paso sería crear una “Secretaría de Estado de las Mujeres”, que “reemplazaría al Consejo Nacional de las Mujeres, dotándola de un plantel de personal especializado y un presupuesto adecuado para ejecutar las políticas de igualdad”.
También establece un plan de “Tolerancia cero a la violencia contra las mujeres y niñas”, que comprende la creación y fortalecimiento de servicios integrales de atención gratuita y la capacitación del personal policial, judicial, médico, psicológico y de los servicios sociales para la adecuada atención de víctimas, entre otras medidas. También promueve la reforma de la ley contra la trata de personas que “supere las restricciones de la actual” (esa reforma ya se inició en el Senado y espera tratamiento en Diputados).
Al igual que Eduardo Duhalde, prometen garantizar un ingreso a la mujer embarazada “desde el diagnóstico y luego del parto”. Mejorarían los servicios públicos de salud de atención del parto y posparto y promovería la prevención del VIH/sida, los cánceres genito-mamario, la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades cardíacas y respiratorias en la niñez y la tercera edad.
También garantizaría “el acceso e inserción de las mujeres en el nivel educativo superior así como el derecho a la maternidad” e impulsaría la educación de la igualdad de mujeres y hombres en todos los niveles educativos “a fin de posibilitar los cambios culturales hacia la igualdad”.
Además de impulsar el no pago de la deuda externa y la nacionalización del petróleo y la minería, es la única alternativa para este 23 que incluye en su programa de gobierno la decisión de avanzar a favor del derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Aunque no tiene el desarrollo y la extensión de las otras propuestas, el Frente de Izquierda sumó a su plataforma algunas de las deudas con los derechos de las mujeres, como ser la necesidad de garantizar “igual trabajo por igual salario” para las trabajadoras, y guarderías gratuitas en los lugares de trabajo y estudio. También reafirma su lucha “contra toda forma de opresión sexual” y por eliminar “los edictos persecutorios contra gays, lesbianas, travestis y transexuales”.
Lo que dice la plataforma contrasta con algunas declaraciones realizadas por el candidato a presidente, Jorge Altamira, que despertaron críticas entre las organizaciones feministas y desataron la furia de las mujeres del propio Frente. En una entrevista dada a la revista Democracia, dijo: “Los peronistas nos envidian las chicas. Yo lo veo con nuestros adversarios políticos, nos envidian a nuestras compañeras”, aseguró. “Yo salía hace mucho con una estudiante de medicina y a los de la Juventud Peronista se les iban los ojos, y yo les decía: ‘Bueno, están con nosotros estas minas’”, se jactó.
“Si les preguntás te van a decir: ‘Con el Partido Obrero tenemos grandes divergencias, pero qué minas...’”. Incluso, el líder del PO se refirió a las chicas que bailan en el programa de Marcelo Tinelli: “A mí me gustan las minas que son minas, viste, y una mina no es mina simplemente porque tenga dos glúteos fenomenales. A mí lo que me la hace parar son los ojos. No es que tenga que tener 90-60-90, es una cosa más espiritual”, explicó.
En las 235 páginas del “Protocolo para la convivencia de los argentinos en el siglo XXI”, los candidatos les dedican sólo algunos párrafos a sus políticas de género. Uno de los objetivos se llama “Los derechos de la mujer son un derecho humano” y remarcan: “Garantizaremos el cumplimiento del pacto para la igualdad de género. Estamos decididos a seguir liderando la lucha contra la brecha salarial entre hombres y mujeres”.
Adelantan su decisión de “luchar por la reivindicación de la mujer”, pero consideran necesario que “la pelea no sea sólo de ellas, sino que la sociedad la tome como propia”. “Es preciso aquí que la mujer sea el faro que ilumine la capacidad pluralista de una sociedad sin exclusiones”, señala el Protocolo.
Quizá la extensión de su propuesta para construir 100 cárceles no le dejó tiempo para elaborar propuestas concretas de género. En el documento sólo figura la intención de buscar la igualdad de género en los cargos del Ejecutivo Nacional y garantizar fuentes de trabajo. “Vamos a dar trabajo a los desocupados, a todos. A las madres solteras. A las mujeres jefas de hogar. A las mujeres mayores de 40. A las mujeres mayores de 50. A las mujeres mayores de 60 años que nunca tuvieron una oportunidad de trabajar”, promete.
En el medio de la campaña, Rodríguez Saá fue otro de los candidatos en adelantar su rechazo a la despenalización del aborto. “Es un tema que divide a los argentinos, este tema no se tiene que tocar, hay que cumplir la ley y no reformar las leyes. Si soy presidente no voy a reformar leyes que dividan a los argentinos”, declaró en diversos medios del interior del país.
Es la única propuesta que tiene un discurso retrógrado sobre el papel que juegan las mujeres. Para sus candidatos, la mujer “ocupa el centro de la vida familiar” y “la defensa de la familia es clave para el desarrollo humano”. Por ello, según la plataforma, “el Estado tiene la obligación de adoptar medidas decisivas de protección de la familia”. “Olvidar esa exigencia llevaría a la comunidad a sembrar dentro de ella las semillas que habrán de destruirla”, advierte. Entre las políticas para “defender” la familia, se enumera: “Proteger a la mujer en sus derechos más básicos; que le aseguran educación; que le brinden apoyo durante y luego del embarazo; que colaboren en su tarea materna”.
La semana pasada, frente a alumnos/as de la Universidad Austral, recordó que la familia y/o matrimonio está integrado por un hombre y una mujer y sostuvo que en el futuro se tiene que revisar la ley que garantiza el matrimonio entre personas del mismo sexo. “¿Cómo puede ser que una mayoría circunstancial cambie la institución del matrimonio? Toda la sociedad debe expresarse sobre un cambio de ese tipo, podría ser con un plebiscito”, señaló.
En ese mismo encuentro, el candidato firmó el “Protocolo por la vida”, que impulsa la Asociación Cristiana de Iglesias Evangélicas de Argentina (Aciera) y rechazó una vez más el derecho al aborto legal. “Por una moda circunstancial no se puede permitir matar a los más pequeños, porque no hay que matar a nadie, pero menos a los indefensos”, advirtió. En esa línea, su plataforma incluye la implementación de una Renta Básica de Ciudadanía que beneficie a las mujeres embarazadas “desde el momento de la concepción”.
Para la Coalición Cívica, los reclamos y deudas con los derechos de las mujeres no son una prioridad. Pese a estar liderada por una mujer y tener en sus filas a dirigentes que luchan por la igualdad de género, ese compromiso y militancia no se reflejan en la plataforma electoral. Su programa no tiene ningún punto referido a las cuestiones de género, pese a aclarar que está basada en el simple hecho de “escuchar a los ciudadanos”.
Propone la creación de un ingreso universal para toda la población, políticas que garanticen un trabajo digno, la creación de un nuevo sistema de salud que priorice los derechos humanos y la promoción de la inclusión y las ciudadanías plenas y pese a ser temas que afectan directamente a las mujeres, ellas no son mencionadas.
Tras el resultado de las elecciones primarias, la campaña electoral giró hacia el corte de boleta y el pedido a la ciudadanía de garantizar el ingreso de diputados/as al Congreso. De los primeros candidatos en la lista, sólo la actual legisladora Fernanda Gil Lozano tiene trayectoria en la lucha por los derechos de las mujeres.
La plataforma de la Presidenta hace eje en la defensa del modelo iniciado en 2003 y la intención de seguir avanzando por el mismo camino. No detalla medidas concretas a ejecutar en los próximos cuatro años, pero da algunas pistas de hacia dónde iría: implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que garantice la pluralidad de voces; acceso igualitario a las nuevas tecnologías; sostenimiento de las políticas de derechos humanos y el abordaje de nuevas realidades, como la trata de personas; el narcotráfico y el control de las fronteras.
Se desconoce si impulsará proyectos en materia de género, pero en los últimos años tomó diversas medidas que marcan de alguna manera una línea de acción. Ejemplo de ello son la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres; el cumplimiento en el reparto de anticonceptivos –incluyendo la píldora del día después–, el apoyo a la sanción de la ley de matrimonio igualitario, la Ley sobre Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares; el decreto que prohíbe la publicidad de avisos sexuales (conocido como rubro 59, tomado como ejemplo por la ONU, que recomendó a sus 193 Estados miembros avanzar en el mismo sentido); y la extensión de la cobertura de la Asignación Universal por Hijo/a a mujeres embarazadas a partir de los tres meses de gestación, entre otros puntos.
La posición de Cristina Fernández en contra de la legalización del aborto es uno de los temas que más críticas generan dentro del movimiento feminista y de mujeres.
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