Viernes, 17 de febrero de 2012 | Hoy
MONDO FISHION
Por Victoria Lescano
Basta con rebobinar la escena de la moda de comienzos de 2000 y ver quién emitía los nuevos gritos y modismos desde la zona indie de Nueva York: el diseñador Miguel Adrover. De procedencia española, sin estudios formales de moda y apariencia extravagante enfatizada por una cabellera con rulos, el uso de ropa deportiva con prendas dignas de museo etnográfico y quien además integraba el grupo de amigos cercanos de Lee McQueen.
Por entonces, el golpe maestro de Adrover consistió en una lección de reciclaje de lujo, valiéndose de un piloto Burberrys, el mismo modelo que Bogart inmortalizó en Casablanca. Por entonces su invitación al desfile consistió en un dólar falso, la materia prima (léase el trench de Boogie en versión 2000) que apenas alcanzó para realizar un vestido y los contornos de cintura de dos pantalones; pero una funda Vuitton rescatada de un container de basura mutó en minifalda. Al día siguiente del modesto fashion show, su estudio del Lower East Side situado en un sótano fue visitado por compradoras en limusinas y ávidas de vestir sus insólitos trajes reciclados. Fue noticia que Adrover desapareció de la cruenta industria de la moda por varios años, luego de que un supergrupo –Pegassus Apparel– le ofreciera comprar su marca y que su carrera y el contrato se estrellaran en cuestión de semanas.
La noticia feliz y más innovadora que se desprende de la reciente semana de la moda neoyorquina –entre los nuevos artilugios de la nueva generación representada por Rodarte, Alexander Wang y Jason Wu– remite al sábado 11 en la tarde y al regreso de Adrover desde un teatro del Lower East Side y mediante una colección denominada “Out of my mind”. Compuesta de cuarenta y cuatro modelos elaborados a partir de ropas de su propio fondo de placard, trazadas sin máquinas de coser, ni moldes ni nuevas telas. Así se vieron sus fabulosas versiones de street wear, de un buzo de hip hop reciclado con una falda hawaiana a caftanes remixados con bordes de remeras-manteles de Mallorca, capas de lana de su abuela, profusión de trajes étnicos estilizados con extrema elegancia austera, velos de procedencia oriental matizados con caps.
Otro gesto desopilante fue la aparición en la pasarela de billetes que cotizan en Cuba, una profusión de pesos cubanos apareció en manos de una modelo con falda pencil negra y camisa blanca –tal vez una ejecutiva o secretaria de las Bolsas en crisis. Las reseñas que llegaron vía Style.com indicaron que la bitácora de trajes de Adrover incluyó un abrigo de cuero de su desaparecido amigo McQueen. Según señaló una crítica de El País: “Las gorras de béisbol funcionan como hombreras en chaquetas, las camisetas son faldones de vuelo, las blazers se convierten en faldas entalladas y los pantalones en minivestidos de amplias mangas con el bajo ceñido. Los pantalones caídos de los raperos se vuelven femeninos y algunos sombreros y zapatos derrochan actitud con la puntera en forma de puño con el dedo corazón levantado”. Acerca del disparador de la colección, sentenció el creador de Mallorca, que creció cultivando almendros: “Imaginé un avión de pasajeros que sobrevuela el Amazonas. Las puertas de la bodega se abren y el equipaje cae en la selva sin que nadie sepa exactamente cómo ponerse la ropa”.
De ahí que una de los modelos llevaba un insólito atavío que indicaba que la usuaria estaba lista para enfrentar catástrofes: su vestido trazado con una bandera americana raída llevaba también, a modo de accesorio, un salvavidas ornamentando su cuello. Es posible que Adrover se haya remitido e ironizado su naufragio comercial de hace unos años y también ensayado una patada a las prédicas de moda del circuito mainstream. Y para dejar más claro que la colección partió de la premisa de intentar construir un nuevo lenguaje de moda, señaló que ninguno de los atuendos estaba a la venta y agregó: “Quise reflexionar sobre la ropa y la forma de llevarla”.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.