INTERNACIONALES
A dos semanas de la destitución del presidente Fernando Lugo, gran parte de la sociedad paraguaya resiste pacífica pero firmemente el golpe de Estado que llevó a Federico Franco al sillón presidencial. Las organizaciones que trabajan en políticas de género se movilizan cotidianamente y dan a conocer la situación en que se encuentran feministas, activistas lgtbi, campesinas e indígenas. Todas reclaman la ruptura del cerco informativo que sostiene que “en Paraguay no ha pasado nada”.
› Por Noemi Ciollaro
Pequeñas marchas, actos relámpago, concentraciones ante dependencias públicas, volanteadas, guardias frente al edificio de la TV Pública, bastión simbólico de la resistencia, son algunas de las modalidades adoptadas desde el viernes 22 de junio por vastos sectores de la sociedad paraguaya en repudio al ataque a la democracia encarnado en la destitución de Lugo.
Más allá de los matices entre las diversas organizaciones políticas, sociales y de género, la expresión general es “nos une la rabia, sentimos que perdimos el miedo y tenemos un sueño colectivo del derecho a vivir en una verdadera democracia que garantice todos los derechos humanos. La resistencia pacífica fue convocada por la ciudadanía, por la gente indignada, violentada en sus derechos, dispuesta a no tolerar ninguna otra dictadura en Paraguay, sea militar, parlamentaria o judicial. No reconocemos al gobierno golpista de Federico Franco. No estamos por Lugo en las calles, estamos por la defensa de la democracia”, expresa Mirta Moragas Mereles (28), feminista y abogada, de la Campaña por la Convención de los Derechos Sexuales y Reproductivos (CDSR).
De una u otra forma, las agrupaciones consultadas por Las 12 coinciden en el reclamo formulado por Monín Carrizo Piris (34) de la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), “los medios de comunicación comerciales y la prensa escrita y televisiva se aliaron al poder, instalando temor en la ciudadanía para que no salga de sus casas, manipulando información y enviando mensajes a nivel nacional e internacional de que en Paraguay todo está tranquilo y que este gobierno es aceptado por la ciudadanía. La TV Pública paraguaya, como la Red de Radios Comunitarias y la prensa internacional son los únicos eslabones de resistencia que garantizan informar que aquí hay una ciudadanía que no reconoce a este gobierno golpista. Necesitamos que el mundo sepa que en Paraguay estamos en resistencia”.
Por su parte, Lilian Soto (49), candidata a presidente en las próximas elecciones de agosto de 2013 por el Movimiento Kuña Pyrenda (Huella de Mujeres), subraya que “estamos participando del Frente por la Defensa de la Democracia, ámbito de articulación de los espacios de resistencia. A partir del 22 de junio se generó este proceso autoconvocado de distintos sectores. Nadie esperó a que el gobierno depuesto convocara a las manifestaciones que se sucedieron. Las mujeres tenemos una participación protagónica en la resistencia pacífica en contra del golpe, a través de pronunciamientos y expresiones públicas. Hay una presencia mayoritaria de mujeres en las marchas, cierres de rutas, actos en diversos puntos del país. Kuña Pyrenda ha tenido una posición expresa contra el juicio político primero, y una vez producido, contra el golpe”.
En el mismo sentido relató Rosa María Posa Guinea (47), fundadora de Aireana, que “el 28 de junio hicimos una marcha desde la coalición lgtbi integrada por Aireana, grupo por los derechos de las lesbianas; Paragay; Panambi, asociación de travestis, transexuales y transgéneros del Paraguay; grupo Ñeypyru; Las Ramonas, grupo de feministas jóvenes, con el apoyo de varias organizaciones posicionándonos contra el golpe de Estado parlamentario y contra las actitudes fundamentalistas de Federico Franco. Nuestras consignas son ilustrativas de lo que sentimos ‘¡Lesbianas contra el Parlamento. Gays contra la destitución. ¡Travestis contra este golpe que caga la vida de la población!; ¡Federico, Federico, además de Florerón, sos la vuelta, sos la vuelta de la Santa Inquisición!’”
Los sectores consultados coinciden en que es prácticamente imposible la reposición de Lugo, pero su objetivo son las elecciones de 2013, para las que ya vienen trabajando desde antes del 22 de junio “y nos proponemos pasarles ‘la factura’ a los políticos, a todos estos hombres y algunas pocas mujeres ‘escombros’ de la política que se tienen que ir a su casa. No debemos permitir que sigan traicionando la voluntad popular. Mucha gente cree que el golpe fue contra Lugo, pero fue contra todas y todos”, dice Morgadas Mereles (CDSR).
Gran parte de la sociedad paraguaya cuestiona la credibilidad del Parlamento y “empezamos a instalar palabras significativas para el contexto político actual, como ‘dipuchorros y senarratas’. Este gobierno golpista hizo alianzas claras con la jerarquía católica paraguaya y con el Vaticano, sabemos lo que eso ha representado siempre en la vida de las mujeres, culpabilizándonos, negándonos derechos, satanizando a la población lgtbi, promoviendo políticas discriminatorias, no reconociendo la capacidad moral de las mujeres para decidir libremente en todos los ámbitos de su vida y en particular manteniendo una injerencia religiosa en el ámbito de las políticas públicas. Como mujeres católicas feministas, estamos firmes, defendiendo la democracia, denunciando a la jerarquía católica cómplice de este golpe parlamentario, resistiendo pacíficamente en la calle y en los espacios que correspondan”, puntualiza Carrizo Piris (CDD).
Lilian Soto, ex ministra de la Función Pública hasta el pasado 2 de marzo, cuando renunció al cargo para dedicarse a su candidatura a la presidencia por el Movimiento Kuña Pyrenda, “organización política, que se define como feminista, socialista y progresista y que como tal está construyendo un programa de gobierno que cuenta ya con sus primeros ejes programáticos, en donde se establecen los lineamientos de lo que sería un gobierno en Paraguay liderado por mujeres socialistas y feministas”, afirma.
Desde su rol de ministra, Soto fue responsable de las políticas de recursos humanos del sector público, donde “el eje clave y transversal del trabajo fue la perspectiva de derechos, la igualdad y la no discriminación. El objetivo fue transformar la administración pública sectaria, discriminadora, patrimonialista, en una administración pública democrática en los aspectos referidos a la inclusión de colectivos históricamente discriminados en el sector público. Se generó así el primer Plan de Igualdad y No Discriminación en la Función Pública, con objetivos, metas e indicadores respecto de cada una de las áreas de acción y los sujetos de la inclusión y no discriminación”.
De las expresiones de los sectores consultados por Las 12 se desprende la evidencia de las dificultades y escollos que encontraron a lo largo de la presidencia de Lugo por avanzar en sus reivindicaciones, aunque también reconocen que el diálogo fue fluido y que el mayor obstáculo lo constituyó ese mismo Parlamento que terminó destituyéndolo.
Moragas Mereles señala al respecto. “En temas de derechos sexuales y reproductivos hay fuertes retrocesos, algunos debidos al Poder Ejecutivo, como el Marco Rector Pedagógico para la Educación Integral de la Sexualidad, que impulsó el Ministerio de Educación y Cultura e impidieron grupos fundamentalistas ligados a las iglesias. Pero el Legislativo sistemáticamente rechazó u obstaculizó iniciativas. El gobierno golpista es fundamentalista religioso. Franco se pronunció en contra de la despenalización del aborto y el matrimonio igualitario, ‘basado en su profunda convicción cristiana’, y su primera entrevista oficial fue con el representante del Vaticano. Como vicepresidente asistía a marchas de grupos antiderechos, fomentando el odio y la intolerancia”.
Carrizo Piris considera que “con el presidente Lugo se han dado pasos importantes en la instalación de políticas públicas con enfoque de derechos y de género que repercutieron positivamente en fortalecer el empoderamiento de las mujeres. Hablar desde lo público en términos de ‘derechos humanos, igualdad, no discriminación, violencia, derechos sexuales y reproductivos’ significó un mayor reconocimiento a la población lgbti. El Poder Legislativo es el que generó las mayores barreras para el avance de los derechos humanos en general y en particular para las mujeres, no sólo en este período sino en gobiernos anteriores, tenemos un Parlamento conservador y fundamentalista, grupos de poder tradicional donde continúa fuertemente enclaustrada la estructura stronista, aliada hoy al Partido Liberal, Unace, PDP y Patria Querida... quienes se oponen a la aprobación de proyectos como la ley de salud sexual y reproductiva y materno perinatal, la ley de atención a víctimas de delitos contra la autonomía sexual o la ley contra toda forma de discriminación. Además, el Parlamento recortó el gasto social en el año 2011 y 2012, lo que provocó movilizaciones de repudio ciudadano”.
Rosa Posa Ginea, del grupo Aireana (nombre que significa “¡Ventilar, por favor!”), comenta que “el primer grupo gay en Paraguay es de 1996, y desde entonces han surgido más organizaciones. Que los derechos humanos son para todas las personas, está clarísimo en las organizaciones. Luchar por su cumplimento es lo básico. Una ley contra toda forma de discriminación es la prioridad. Hay un proyecto de ley que duerme en el Senado desde 2007. ¿Ley de identidad de género? Sí, queremos. Ya hay un proyecto circulando entre las asociaciones, la idea es generar debates y presentarlo en 2013. ¿Y además de eso? Saber mirar las sexualidades con más ojos, salir de la discriminación y trabajar el desafío, reírnos del infierno que nos pronostican algunos grupetes de doble moral, afirmar nuestras familias, ser más libres, ruralizarnos, indigenizarnos, guaranizarnos más”.
La poeta Susy Delgado (62), designada por el gobierno de Lugo al frente de la Dirección de Promoción de Lenguas, que hasta el cierre de esta edición permanecía en su cargo, expresó que “la situación de la mujer ha mejorado en el Paraguay en las últimas décadas por la lucha activa de las diversas organizaciones. Su presencia en cargos políticos y en otros campos de la vida social creció y se avanzó en los mecanismos de lucha contra la violencia, la trata y otras modalidades de agresión a la mujer. Y esto se afirmó en el gobierno de Lugo. En los últimos años es más visible la eficacia de la lucha contra las diversas formas de violencia que afectan a la mujer. Yo no pertenezco a ninguna organización específica, pero soy feminista, lo que se evidencia en mi obra literaria. Como gestora cultural me preocupa el escaso número de mujeres que se dan a conocer en la literatura guaraní, por lo que impulsé concursos literarios, ediciones y talleres”.
Rufina Moreira (38), del Partido de la Unidad Popular, miembro del Frente Guasú (Frente Grande, agrupación que en Asunción, Paraguay, aglutina a 19 partidos y movimientos sociales de centro izquierda), secretaria general del departamental Buenos Aires de Migrantes, es el nexo entre su país y los migrantes residentes en la Argentina.
“Trabajamos en Capital y provincia de Buenos Aires con nuestra colectividad especialmente en educación cívica y, a partir de esta crisis enorme ocurrida a partir del 22 de junio, estamos dedicados a la estrategia de movilización permanente de resistencia al golpe”, explica.
Rufina fue la única oradora mujer –entre una decena de varones– durante el acto que se realizó el viernes pasado en el Club Paraguayo de Piedras al 1600, en Capital, centro de reunión de la colectividad que reside en la Argentina, calculada en aproximadamente 250 mil personas de acuerdo con los padrones argentinos. Más allá de eso, una cantidad incalculable de paraguayos entran y salen del país para visitar familiares o hacer trabajos temporarios.
Los migrantes, relata Rufina, ya están trabajando para las elecciones de 2013 en su país y muchos quieren regresar a su tierra en mejores condiciones que las que tenían cuando la dejaron; “estábamos preparando un programa con un modelo de asentamiento y otras necesidades que pensábamos presentar al presidente Lugo, pero ahora cambiaron mucho las expectativas que teníamos, ahora es imposible volver así”.
“Los compatriotas estamos resistiendo también desde aquí, queremos acompañar la lucha de Paraguay con movilizaciones permanentes. La semana pasada hubo dos y estamos organizando las próximas, lo decidimos en asamblea porque acá todos trabajamos y hay que coincidir sin perjudicar a nadie”, explica.
Rufina mostró su preocupación por la cantidad de iniciativas truncadas del gobierno de Lugo, por ejemplo la referida a que los paraguayos residentes en la Argentina pudieran votar desde acá en las elecciones de su país en 2013.
“Las mujeres paraguayas somos muy valientes, históricamente es así, éramos mayoría en las movilizaciones de esta semana. Nosotras tenemos muchísimas campesinas líderes en mi país, comprometidas en política y con lo social, y las hay en todos los sectores. Yo hace siete años que estoy en la Argentina, empecé a participar a los 16 años en las luchas paraguayas, soy de Concepción, y empecé con mi tía, que hasta hoy es dirigente campesina. Era en plena dictadura, fuimos muy perseguidas y bueno, acá estoy... soy enfermera, trabajo en un hospital, yo lo que quiero es que seamos cada vez más mujeres militando desde aquí por la libertad en nuestro país. Yo creo que el 75 por ciento del problema del Paraguay lo vamos a resolver las mujeres paraguayas... así lo vamos a demostrar”, afirmó.
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