Profesión: titular de la ONG Mujeres Autoconvocadas Bahienses.
Es enfermera y militante de causas indigenistas y preside la organización Mujeres Autoconvocadas Bahienses.
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1-¿De qué se trata su proyecto en construcción?

Todo nació con el caso Riquilme (la mujer que fue golpeada por su pareja mientras estaba con su hija), video tan difundido, yo soy una de las personas que viralizaron ese documento, cansada de tanta impunidad en Bahía Blanca donde la Justicia y las instituciones que tendrían que resguardar a las víctimas hacen oídos sordos. Se hacen las denuncias en la Comisaría de la Mujer, pero, después, las mujeres quedan desprotegidas y el violento vuelve a agredir. Hacemos presión, con la Justicia y los organismos, que tendrían que encargarse de esta temática. Hasta logramos las intervenciones de la policía en casos extremos.

2-¿Cuál es el interés que merece?

Somos una organización formada por mujeres que somos o fuimos víctimas de violencia. Realizamos talleres de empoderamiento femenino valiéndonos de diversas herramientas, culturales, educativas y prácticas. La premisa es romper el cerco del miedo y comprometer a la Justicia, porque si la mujer se anima pero la Justicia la ignora, está en un nuevo problema. Además trabajamos en la prevención contra el abuso, que es una de las primeras formas de violencia contra la mujer y nos enfocamos en grupos aún más postergados, como las mujeres originarias, que sufren una doble discriminación. Creo que el interés pasa porque las que estamos somos parte, lo vivimos o lo estamos viviendo todavía, entonces, más interesadas que nosotras no hay y sabemos desde dónde atacar el problema.

3-Si fuera un producto, ¿cuál sería su eslogan?

No hay independencia que alcance sin el respaldo de la Justicia.