Nos ha sorprendido la existencia de un Centro de Atención Psicológica Comunitaria dependiente de la Facultad de Psicología, Sede Regional Sur, en Avellaneda, perteneciente al Programa de Psicología Clínica para Adolescentes y Programa de Psicología Clínica de Niños, de la UBA, en el cual, entre otras actividades psicoterapéuticas destinadas a niños, adolescentes y familias, se realizan terapias de revinculación, ordenadas judicialmente, para “reconstruir” el vínculo perdido entre un niño o niña y un familiar.
La estadística muestra, que en su gran mayoría, los protagonistas de esas revinculaciones forzadas son progenitores varones y también que esos tratamientos son entendidos y tomados como aporte psicológico a la cada vez más extendida casuística y jurisprudencia por la cual luego se produce una reversión de tenencia impidiendo el contacto con la madre que, hasta ese momento, los tuvo a su cargo. Las mujeres pasan, entonces, de ser denunciantes de violencia de género, abuso sexual y/o maltrato a los niños, a ser denunciadas.
Todo esto basado en la aplicación del inaceptable Síndrome de Alienación Parental (SAP), que ha sido desestimado por asociaciones profesionales nacionales e internacionales y entidades académicas y científicas. En el mismo sentido se han expedido organismos de derechos humanos como Amnistía Internacional. Tampoco se encuentra incluido en la Clasificación Multiaxial de los Trastornos Psíquicos en Niños y Adolescentes (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sabemos de la existencia de niños y niñas víctimas de las consecuencias de las “guerras del divorcio” que poco tienen que ver con los postulados de las teorías del inventor del falso síndrome y también nos constan un porcentaje mínimo de denuncias desestimadas o falsas o de padres que resultan victimizados, pero no alcanzan a ser un porcentaje significativo.
Al margen de lo relacionado con la validación profesional de teoría y método de trabajo, en ese centro ocurren gravísimas irregularidades:
- psicólogas que ejercen sin la matrícula profesional habilitante.
- números de matrícula falsos o dados de baja.
- local no habilitado para atención de salud.
- imposibilidad de cuidado de los niños y niñas habiéndose producido episodios de riesgo en los baños de caballeros según lo consigna un cartel colocado especialmente para avisar a las familias. Recordamos que muchos de los niños que concurren han sufrido abuso sexual.
El argumento de ser un centro de atención gratuita a la comunidad no exime de cumplir con las leyes vigentes. Del mismo modo que la enseñanza en la UBA no es gratuita, es no arancelada, ya que es sostenida por los impuestos que paga toda la población. Igual lo es dicho centro.
La aplicación del inadmisible SAP no es legítima, el ejercicio de la psicología fuera de la reglamentación vigente no es legal.
* Profesionales Latinoamericanos/as contra el abuso de Poder.