Qué bueno, qué lindo, qué necesario y agradable que una revista con target juvenil enseñe a las purretas de hoy cómo ser liberadas y modernas mujeres del mañana. Porque nada dice “emancipación” como consejos sexies; nada dice “igualdad” como listas de tips para atrapar, pescar, capturar pero sobre todo complacer a la platea masculina. Que vivan los cyborgs photoshopeados, las famosillas ligeras de ropa, las vicisitudes importantes del orden diario –posiciones sexuales copadas, movimientos en la cama que le parten la cabeza, formas de que el peinado diga ‘Hola, bombón’; eso, cosas importantes–. Que viva revista Cosmopolitan –edición USA–, la publicación faro de miles y miles de norteamericanas que, gracias al ultimísimo número de septiembre, ya están aprendiendo las bondades de la contracepción. Con un giro Cosmo, ¡obvio!

Es que, entre las doce páginas destinadas a informar –livianamente– sobre variopintas opciones y respectivas eficacias, el magazine incluye una vueltita picarona y réquete interesante: cómo ponerle el preservativo al hombre. Pero, ojo, no de manera segura, no: de manera “sexy”. Bienvenido entonces el “Mouth Master”, el “Slick Rick”, el “Brest Remedy”, el “Move with A View” y el punto álgido de todos los sistemas: el “Footsie Roll”, oh sí. ¿De qué trata? Facilísimo: la mujer pone el forro en la punta de la polla con las manos, se inclina hacia atrás, apoya las plantas de los pies sobre el pene y, con los dedos gordos (del pie), tira la goma hacia abajo. ¡Sensual! Porque, claro, usted es una dama con pies delicados y uñas color de rosa, aroma a jazmines, sin sudoración. ¿El único riesgo? Las uñas afiladas, el pie de atleta, los hongos, los callos, las ampollas, los talones agrietados, la piel seca y, sí, la falta de coordinación. Pero siendo una chica Cosmo, nada que temer: eso sólo les pasa a las mujeres de carne y hueso.