“El alimento que realmente es reconocido por nuestro organismo debería nutrir, vitalizar y depurar sin dejar demasiado residuo tóxico difícil de eliminar. Estos alimentos serían los más cercanos a la naturaleza como frutos, semillas, algas, en su estado puro y sin ser sometidos a preparaciones complejas o a temperaturas elevadas durante su cocción...

Cuanto más vivos, más crudos, más nutrientes nos van a aportar y menos complicado será para nuestro organismo poder interpretarlos para la correcta digestión, asimilación y eliminación de residuos”, dice Carina Zimerman, asesora nutricional naturista y creadora de deli & raw crackers, un tipo de galletitas de la línea “alimentación viva y consciente” porque están deshidratados por debajo de los 45 grados, conservando enzimas y nutrientes.

Este tipo de nueva alimentación propone otra forma de nutrirse, con formatos similares para no extrañar tanto, por ejemplo, la forma de las galletitas. Sin embargo, estas crackers “no poseen harinas de ningún tipo, ni lácteos, ni huevos, ni azúcar, ni aditivos químicos: son ciento por ciento naturales, con alto contenido de fibras. Están compuestas de semillas de lino, semillas de girasol, frutas y vegetales frescos, hierbas y especias naturales, sal rosada. Proveen de enzimas, nutrientes esenciales y ácidos grasos esenciales omega 3 y 6, minerales, vitaminas, fibras y antioxidantes; fortalecen el sistema inmunológico, equilibran las grasas y protegen las arterias”, asegura Zimerman. Igualmente, lo fundamental para la alimentación viva es apostar a los alimentos crudos: vegetales, frutas, semillas, cereales y legumbres (preferentemente germinadas). Otra forma de comer. Una propuesta natural y sin necesidad de cocción.