De la observación de la campaña de la colección de verano 2014 de Pesqueira TM, fotografiada por Martín Pissotti en sesiones de estudio con fondos celestes y rosas, entre los modelos que denotan su gusto por las estampas aplicadas a la monoprenda Limón –acompañada de una camisa blanca con lazos–, irrumpe en gesto chic y sorpresivo una zapatilla Topper blanca con la superficie engalanada con estampas. La diseñadora Valeria Pesqueira, coleccionista confesa de zapatillas de lona “porque de teenager era fan de las bandas de Manchester y ellos son fans absolutos de las zapatillas básicas de lona blanca con cordones”, y desde entonces las colecciona –al punto de que quienes frecuentan su hogar podrán ver zapatillas dispuestas cual piezas decorativas–, hizo una alianza con la firma Topper destinada a una colección de zapatillas para mujeres y para niñas que se comercializa tanto en la tiendas Topper como en la maison de los osos de Pesqueira, en Gurruchaga 1700.

Corresponde destacar que la diseñadora suele desarrollar colecciones de espadrillés elegantísimos y que se comercializan en las exquisitas tiendas foráneas que suelen comprar sus colecciones. Pero existe otra influencia en su gusto por las zapas Topper y la reciente creación de “las Topper por Pesqueira”, que remite a su niñez: su padre, Carlos, de profesión ingeniero, trabajó durante muchos años en la firma Alpargatas y en el departamento Topper, y así como la firma hizo alianzas primitivas con deportistas, la pequeña Valeria acostumbró usar los modelos de Topper recién salidos de la fábrica. Ahora recuerda: “Siempre estuve bien de cerca. De chica hacía las pruebas de uso de las zapatillas. Llevaba los últimos modelos de Topper al colegio y siempre bien orgullosa. Luego tenía que pasar el informe referido a si los cordones resistían el uso o si la estampa desteñía. Recuerdo muchas tardes en que iba a buscar a mi papá al trabajo y me metía en la oficina llena de colores, muestras y muchos afiches”.

¿Cómo considerás que interactúa con los prints emblemáticos de Pesqueira, del oso con estampa dorado a tu celebrada familia de animales?

–Fuimos por tres recursos de diseño: por un lado la ilustración clásica a mano alzada con mucha fuerza en el trazo, en tonos grafito. Por otro más industrial y minimalista, recurriendo al oso emblemático de la firma, repetido cual estampa de polka dots –lunares–. Y otra más relajada, fresca y bien colorida, que tiene mucho de la cultura folk.

¿Qué representa para vos el calzado deportivo y cómo lo reflejás desde la alianza?

–Además de ese coleccionismo de zapatillas simples que ya destaqué, en esta ocasión hicimos alianza en la línea casual o street de la marca. Es por esto que usamos lona ciento por ciento algodón de base, y utilizamos estampas que tenían que ver con el green lifestyle. Pensando en el uso bien relacionado con el verano, los parques, las playas. Trabajé con los modelos más clásicos de Topper y a los que conozco de memoria por el uso durante la infancia. Decidimos no hacer cambios de molderías ni morfologías, simplemente trabajamos en ilustrarlos y sumarles color; de todas maneras fuimos muy cuidadosos con cada detalle de la etiqueta, las suelas y la aplicación de la marca. Los procesos de diseño y los recursos fueron documentados en un video por los expertos de M2 y de modo tal que se muestra el armado de las zapas haciendo mucho hincapié en el estampado de las mismas. La premisa fue mostrar que el armado del calzado requiere de un trabajo industrial que por momentos vira a lo artesanal.

¿Qué representó el desarrollo de un producto de consumo masivo como las Topper?

–Fue un desafío increíble. Me encantó pensar en un diseño que llegue a muchos. Desde los prints hasta la paleta de colores. Siento que algunos modelos quedaron como si fueran caramelos. La alianza respondió a la premisa de elegir los modelos clásicos y más simples, para así poder darles mucho foco en la ilustración y el colorido.