Vie 20.08.2004
las12

CONSEJITOS DE MARU BON BON

Sea usted una mujer orgullosa de sus preciados secretos

La confianza y la autoestima convierten en tesoros a las partes íntimas.

Queridas amiguitas, esta vez conversaremos en privado, entre nosotras, sobre asuntos que nos competen en exclusiva. No se sientan discriminados, mis adorables varones, pero es que ustedes no padecen de ese marchitamiento prematuro que padecen nuestras intimidades por el menosprecio perenne a que nos somete la indiferencia. ¿De qué hablo? Todos/as lo sabemos muy bien, por lo que ellos tienen entre las piernas se desvelan las cámaras triple X, los escultores de toda laya, los imitadores en plástico, los poseedores mismos en vestuarios y duchas, y nosotras, humanas y mujeres al fin y al cabo. ¿Pero qué hay de nuestros propios y nunca demasiado bien ponderados tesoros? ¿Eh? Valga la presente a modo de reivindicación y elogio para aquellas partes ocultas que queremos hacer visibles:

1. Exija ojos bien abiertos: Sólo razones de fuerza mayor permitirán al amante/a de marras permanecer a oscuras cuando hay tanto que mirar, tanto que desplegar, tanto mapa que dibujar. Para cada quien hay un diseño y ya que para la poseedora es difícil de vislumbrar es necesario exigir que alguien más lo haga. ¡Póngase firme y encienda la luz!

2. Ofrezca relatos pormenorizados: Es cierto, sin espejo usted no ve, ¡pero siente! ¡Aproveche entonces la oportunidad inmejorable de haber conseguido que el/ella/ello/s se hayan avenido entre sus piernas para describir sensaciones que serán delicia de observadores.

3. No mienta: No diga ¡Ah!, cuando quiere decir “a la izquierda”, no suspire por hastío, puede usted confundir la laboriosa tarea de quien inspecciona. La sinceridad, en algunos pocos casos, puede ser una aliada y si se trata de conducir los barcos al puerto de los gozos, ésta es la oportunidad.

4. Guarde algo para después: Si bien está usted habilitada a abrir la caja de Pandora cuando más le plazca, sea sensible. Empiece por una modesta exhibición bajo el velo del vello y guarde para más tarde la ruta hacia las cavernas. Como todos/todas y todys sabemos, será nuestro cerebro el que ordene los orgasmos y será habilidad de las partes convencerlos de la belleza de las partes.

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