INUTILíSIMO
Para seguir la moda actual –tan femenina– del pelo largo, no hace falta estar permanentemente peinada estilo cortinado, como queriendo lucir los efectos del champú y del acondicionador. Muy por el contrario, los cabellos abundantes –y si son necesarias, las extensiones– nos dan la oportunidad de tener una cita con la fantasía, como sugería la revista Femirama en los ’70. Es decir, transformarnos en princesas de cuento de hadas o en románticas damas medievales merced a arreglos capilares realmente fáciles de realizar. A continuación, algunas ideas de lo más seductoras:
Un hermoso peinado muy indicado para una morena –propone Femirama–, nuevo y original, que se puede armar con un postizo. Primero se recogen los cabellos bien tirantes hacia atrás en una colita sujeta con un elástico (que se disimula con una mechita dejada suelta a propósito). Si tienen el pelo corto, deben colocar debajo de dicha colita dos postizos: uno en forma de colita breve y a continuación otro más largo, atado con una cintita de raso. Se formará así una especie de doble rodete, con cascada que cae sobre la espalda, ya que la primera cola debe batirse, abrirse y recoger las puntas hacia adentro con hebillas invisibles.
Para una jovencita que tiene un corte tipo Juana de Arco, éste resultará un cambio sumamente sugestivo. Peinar los cabellos hacia atrás, sosteniéndolos con clips y fijándolos con spray. Luego colocar simplemente un generoso agregado de rulos en tirabuzón, que otorgarán un dulce aspecto del siglo XIX a la chica más moderna. Para disimular la unión del postizo con el pelo natural, habrán de colocar un buen moño de raso. También se puede rodear la parte superior del añadido con una fina trencita postiza.
Ideal para las que tienen el pelo larguísimo, aunque también se puede confeccionar con una cola de proporciones adecuadas. Si el cabello no alcanza, se sujeta en un chignon alto apretado con horquillas. Si hace falta la cola postiza, dejar suelto un mechón para disimular. Verdadera o falsa, la cola se va envolviendo en un cordón de pasamanería de seda, preferiblemente dorado, que debe terminar en una cabecita de víbora que se aplique en el extremo para que no se deshaga el arreglo.
Como en los casos anteriores, con pelo natural o postizo. En este caso, se trata de un peinado prolijo y distinguido, indicado para causar buena impresión en la oficina. Mandar el cabello hacia atrás y fijarlo con spray, hacer o agregar una larga cola baja trenzada que luego ha de doblarse en anillo. Una monada.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux