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Viernes, 7 de octubre de 2005

MONDO FISHON

¡Maldición, será el Día de la Madre!

Y sí, llega el día tan ansiado por comerciantes de toda laya, con sus promociones especiales, sus bombones corazón y las tarjetitas que hijos e hijas nos entregan manufacturadas amorosamente en escuelas y jardines, tratando de encubrir bajo el día de la familia algunas ausencias, las más de las veces dolorosas. ¿Por qué será que el Día del Padre pasa así, sin máscaras, cuando ellos son los que más faltan (no tanto a la hora de recibir, es cierto, pero sí a la hora de dar)? El de la madre, en tanto, se dedica a todos y todas los convivientes bajo un mismo techo. Celebración de una institución que se desdibuja o se arma y se desarma sin que podamos aun tomar en cuenta hasta qué punto. Pero eso no es todo, amigas, también tenemos que soportar la misma presión de estar bellas y bien torneadas, e incluso de enfrentarnos con las producciones habituales en las que las madres son blondas modelos que paren a troche y moche en busca de diversidad de géneros en su descendencia. Madre ya no es la señora que cocina, limpia y cuida, es cierto. Ahora madre es la que trabaja, tiene tiempo para leer consejos sexuales, y hasta desmadrarse en el gimnasio con tal de estar bella y en forma quince minutos después de haber parido o cuando todavía su vida es un aquelarre de chupetines, pegotes y mocos. Si no, miren la linda imagen que acompaña esta columna, correspondiente a una de tantas promociones, en las que se ofrece, junto con el regalo para ella, la posibilidad de que la susodicha se gane un celular para poder controlar más y mejor a su prole. Claro que la chica de la foto parece apenas salida de la adolescencia, tan despeinada como en otra propaganda y tan flaca que dan ganas de alimentarla con sopas de antaño. ¿Qué será entonces de nosotras, las de carne y hueso? ¿Será que las promociones no son para nosotras? ¿Será que deberíamos estar a tono con los tiempos y empezar la dieta ya? ¿Será que no es un problema el embarazo adolescente sino todo lo contrario? (Porque, digámoslo, para conservar ese estado o hay que empezar a parir antes de que el cuerpo tome forma o bien acudir al cirujano antes de que ídem.) ¿Será que es todo una campaña para que añoremos las viejas y relajadas imágenes de los electrodomésticos que no serían muy progres pero al menos no presionaban tanto sobre la imagen? Qué vamos a hacer, madres eran las de antes. ¿Eramos?

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