Si fuera vagina sería la de...
Mi tatarabuela para así saber un poco
más de mí.

Si fuera pene sería el de...
Ricardo III.

Ojalá se inventaran los preservativos de...
Ojalá se inventaran los preservativos
automáticos.

Si mi cama hablara diría...
¡Qué de vueltas!

Quisiera tener dos...
Dos millones de euros... En su defecto,
de dólares.

Nadie lo sabe, pero en el baño,
inmediatamente después...
Mis actividades en el baño no tienen ningún misterio. Soy terráquea.

¿Qué palabras no puede evitar decir en ese momento?
“Eureka” es la palabra que no puedo evitar decir en ese momento. A veces también “recórcholis”.

¿A quién le gustaría ver en una porno?
A George W. Bush y a Condoleezza Rice
en una porno tan larga que no les
quedara tiempo para otra cosa.

¿Dónde se haría un agujero nuevo?
En la coronilla (con una puerta optativa)
para descomprimir.

¿Cuántos son multitud?
Depende del evento y de la calidad de los participantes, pero adhiero al refrán que dice “Más vale pájaro en mano que cien volando” y también a éste: “Buey solo bien se lame”.

¿Qué detalle bajo la ropa le saca las ganas?
Cuando me saco la ropa y me veo mucha
panza se me va el apetito.

¿Cuál es su posición favorita?
En el aire y con las alas abiertas.

¿Qué es para usted un polvo mágico?
“Arenas que la vida se llevó.”

¿Cómo le hace saber que es “ahí”?
Lo conversamos en la sobremesa.

¿Cuándo miente?
Como todo el mundo, miento cuando
es necesario.

El tamaño no le importa salvo que...
No se vea. Lo demás se arregla.

¿Qué quiso siempre y nunca tuvo?
Siempre quise tener (y no tuve)
un hermano japonés.

Tiene que durar más que...
pero menos que...
Tiene que durar hasta el “happy end”.
Ni más ni menos.

Martha Rodríguez es actriz. Integró los elencos de Las troyanas, con traducción de textos de Ingrid Pellicori y dirección de Rubén Szuchmacher; en la comedia sentimental Cosas que olvidarás, bajo las órdenes de Clara Pando, y puso el cuerpo como actriz, vestuarista y escenógrafa en El ciruelo. En la actualidad es Arkadina, una de las mujeres del clásico La gaviota, de Antón Chejov, con adaptación de Rafael Fernández. (En el Patio de Actores; todos los viernes a las 21, en Lerma 568.)