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Por Graciela Römer *

Existen enormes diferencias en el rol de las mujeres políticas entre la Argentina, Chile y países como Colombia, por ejemplo, donde Cancillería, Defensa yvarias gobernaciones han estado en manos de mujeres desde hace mas de una década. Hace ya mucho tiempo que vengo hablando del “efecto pulloil” de la mujer en la política argentina. Porque las mujeres son incorporadas a la política no en virtud de sus derechos cívicos, de lamejora en los estándares democráticos de participación de género sinoen virtud del valor instrumental que portan para producir la idea de la “limpieza de la política” cuando el eje de la competencia política es la corrupción o para nutrirla de “sensibilidad social” cuando el eje pasa por lapobreza.De capacidad, idoneidad, visión alternativa de modelo de país... mejor no hablemos.
En cualquier encuesta de opinión los atributos que se destacan al describir el aporte de lo femenino a la política son: honestidad, sensibilidad social, realismo. Por ello, la mujer en la política se asocia más con funciones legislativas que ejecutivas. La idea es que sirven para la protesta, no para administrar cuestiones deEstado. La Argentina, a pesar de la ley de cupos de 1991, y de haber expandido lapresencia femenina en el Congreso tiene un déficit enorme en participaciónfemenina en cargos de decisión. Existen ejemplos en nuestra historia de cómo a las mujeres se les impone permanentemente un “techo” en la política: Eva Perón, Encarnación Ezcurra (la mujer de Rosas) y hasta Cristina Kirchner, que pareció inaugurar un rol máshorizontal en el vínculo político-matrimonial, ha quedado presa de la lógica de funcionamiento de las mujeres en la política argentina. Y cualquiera quequiera salirse del juego corre el riesgo (como Elisa Carrió) de sercaracterizada como loca.
Los argentinos tenemos en ciertos sectores sociales una hipocresía marcada en la cual el discurso del deber ser igualitario se contradice absolutamente con la intimidad donde el machismo puede actuarse a límites impensables.

* Socióloga y analista de opinión pública.