Participé en múltiples escraches a prostíbulos de la ciudad de Buenos Aires donde se vendían mujeres, niñas y adolescentes víctimas de la trata de personas. Mientras nuestra presencia denunciaba la aberración, los tratantes se escapaban por lo techos bajo la inacción de las fuerzas de seguridad.
Son 500 mil personas víctimas de la trata en nuestro país, sin embargo el barrio prostibular conocido como Las Casitas, en la provincia de Santa Cruz, se reabre gracias a una decisión judicial devenida del lobby de los tratantes. Esto ocurre, y no debe olvidarse, luego de un informe de la relatora de Naciones Unidas sobre Tráfico y Trata de Personas, Joy Ezeilo, que ponía en evidencia la falta de políticas públicas del Estado nacional para combatir la trata de personas y proteger seriamente a sus víctimas y potenciales víctimas.
Ante todo esto, el anuncio de la Presidenta es una medida, no una política pública. ¿Para cuándo un programa nacional que combata y proteja a las víctimas y potenciales víctimas? Combatir la trata de personas requiere de una decisión política seria. Y es esa decisión la que la Presidenta mostró no tener.
* Historiadora, diputada nacional y candidata a legisladora nacional por la ciudad de Buenos Aires para continuar su mandato por la Coalición Cívica.