Consideramos positivo que la trata de personas por fin forme parte de la agenda de gobierno, pero este es un anuncio insignificante para combatir la trata en nuestro país.

Las organizaciones criminales que ya están arraigadas y actúan con total impunidad no se van a ver afectadas en lo más mínimo por esta medida. La Presidenta habló de “doble moral”. Precisamente a eso nos referimos cuando decimos que la lucha contra la trata de personas debe empezar por casa: al igual que con otros delitos perpetrados por redes de crimen organizado, es el Estado quien debe combatir la impunidad que garantizan los poderes políticos y las fuerzas de seguridad locales, provinciales y nacionales.

Podemos y debemos debatir sobre los alcances éticos y morales de la medida, pero eso no tiene absolutamente nada que ver con una efectiva política criminal.

* Diputada nacional del GEN.