FúTBOL › RIVER MERECIO QUEDARSE CON EL TRIUNFO
El empate fue mucho premio para el rojo
River produjo momentos de muy buen fútbol y estuvo a punto de superar a Independiente, que igualó sobre la hora. Abrió el marcador Giménez, empató el chileno Salas, desniveló Ameli y en el minuto 90 Caggiano clavó el 2 a 2 definitivo. Ludueña, que la rompió en el primer tiempo, fue figura.
› Por Adrián De Benedictis
Si bien el empate deja más satisfecho a Independiente, ni los de Avellaneda ni River quedaron conformes con el empate final. La igualdad en dos tantos no les permitió descontarle más unidades el líder Boca, que cuando regrese de su gira por España se encontrará que continúa con único líder del torneo Apertura. Pero seguramente, el partido de ayer les servirá para sacar distintas conclusiones. Para el equipo conducido por Manuel Pellegrini, que puede convencerse del potencial que posee, y para Independiente, que el nivel exhibido no le permitirá asegurarse un lugar entre los candidatos a ganar el certamen.
La obsesión por lograr una victoria se había transformado en la única premisa de ambos equipos. Independiente la necesitaba para instalarse en soledad en la cima de la tabla, teniendo en cuenta que Boca había postergado su partido; y River para comenzar a resurgir luego de dos caídas consecutivas. Pero por lo que mostraron ayer por la tarde en Avellaneda, River fue el que dio un paso adelante. En primer lugar, pudo revertir la pálida imagen de la última semana, y superó claramente en el juego a Independiente. Para ello, la capacidad de Ludueña fue determinante en las acciones ofensivas del conjunto visitante. Finalmente el volante jugó desde el inicio en lugar de Montenegro, y cumplió su rol ampliamente.
En el balance final, River fue el úinico dominador, y desde el principio se adueñó de la iniciativa del partido. De esa manera, se paró en el campo rival y en cada intento se percibía que estaba cerca de ponerse en ventaja. Primero Luis González no pudo pegarle bien a la pelota, a los cinco minutos; más tarde Ludueña definió afuera luego de un pase de Cavenaghi; y enseguida el propio delantero se perdió el gol cuando quedó solo con el arquero. River siguió con su repertorio y Ludueña estuvo cerca en dos ocasiones: la primera la salvó Islas por arriba, en un tiro libre, y después se equivocó en la definición. A esa altura, Independiente ni siquiera podía rematar al arco de enfrente.
En la segunda mitad pareció que Independiente cambiaría la imagen del primer tiempo, pero el gol de Giménez –le pegó de volea entrando por derecha– a los diez minutos no pudo modificar el trámite. River intensificó su búsqueda, y luego de que fallara Cavenaghi logró dar vuelta el resultado. En tres minutos, primero Salas de cabeza, y luego Ameli de derecha, ubicaron a River adelante. A pura fuerza y sin claridad, Independiente encontró el empate en tiempo de descuento, cuando el juvenil Caggiano –en una jugada similar se lo había tapado antes Costanzo– empujó un centro de Marioni. Así, la frustración de River chocó contra el desahogo de Independiente.
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