FúTBOL › PELLEGRINI HABIA PREDICHO MAS DERROTAS
Sigue acertando
River sumó su tercera derrota consecutiva en el torneo, la segunda después del funesto pálpito que el Ingeniero hizo público tras la derrota con Boca. Con una formación plagada de juveniles, reservando a los titulares para jugar el miércoles en San Pablo por el pase a la final de la Sudamericana, no pudo resistir el embate de Lanús.
Cuando River perdió con Boca, Manuel Pellegrini lo anticipó: “Se van a venir más derrotas”. Dos fechas más tarde, parece que el entrenador chileno tenía la bola de cristal. Es que su equipo, otra vez plagado con chicos de las divisiones inferiores, volvió a perder y ya suma tres derrotas consecutivas y siete en lo que va del torneo. Para colmo, no festeja un gol desde que Osmar Ferreyra metió el tanto del empate ante Vélez en la decimotercera fecha. En esta ocasión, el que se aprovechó del momento de River fue Lanús, que se llevó el triunfo gracias a los tantos de Martín Andrizzi y Sebastián Coria.
De entrada quedó claro que Lanús no iba a dejar pasar la ocasión y que buscaba sacar ventaja de la inexperiencia de su rival. Por eso presionó de arranque, y a partir de la velocidad de Mannara comenzó a generar situaciones de peligro. Además, consiguió cristalizar el dominio en el juego muy rápido en el marcador, lo que le otorgó aún más tranquilidad para el resto del partido. Cristian Alvarez desbordó por la derecha y mandó un centro que Mannara no consiguió conectar en el primer palo, pero que Andrizzi empalmó con el arco vacío en el segundo.
River se mostró muy inofensivo y apenas se conformó con un toqueteo intrascendente de la pelota en la mitad de la cancha. Tan poca profundidad tuvo el equipo de Pellegrini que la única llegada clara de peligro para empatar la dispuso a los 17 minutos del segundo tiempo, cuando Martinuzzi le tapó un remate a Domínguez, luego de una buena maniobra de Conca. A esa altura Lanús le había entregado la pelota y se refugiaba cerca de su arquero para salir de contragolpe.
Y de esa manera llegó al gol. Mannara ensayó una larga corrida por derecha, sin que ningún jugador de River lo pudiera frenar. Cuando llegó al fondo, el delantero envió un preciso centro al área, que Coria impactó de cabeza entre los dos centrales. Para colmo, el goleador festejó el tanto a lo Topo Gigio. Allí se acabó el partido. Por un lado, Lanús se conformó con la diferencia y no aceleró en la búsqueda de otro tanto. Y del otro, River intentó arrimarse, pero ya no tenía fuerzas ni ánimo para provocar la reacción. Así llegó el final, que encontró a River con la cabeza puesta en el encuentro del próximo miércoles ante San Pablo de la revancha de la semifinal de la Copa Sudamericana. Habrá que ver si se sigue cumpliendo la profecía del ingeniero.