FúTBOL › EL TALADRO SORPRENDIO A RIVER EN EL MONUMENTAL
El show lo dio el invitado
Banfield, que cumplió una gran actuación en el segundo tiempo, le quitó el invicto a River y le puso color al campeonato. El cuadro de Astrada tuvo pocas reservas físicas y fue superado por un rival inteligente. Los goles fueron marcados por Omar Pérez (2), Bustos Montoya, Pereyra y Salas.
Por Adrián De Benedictis
Una demostración contundente ante un rival como Independiente ubicó a River como el gran protagonista de este torneo Clausura. Pero siete días después, el mismo equipo no sólo dejó el invicto del campeonato jugando como local sino que exhibió una imagen como para quedar envuelto por la preocupación. El plantel conducido por Leonardo Astrada ya no acompaña a Talleres en la punta del certamen, y la derrota ante Banfield también agudizó algunos problemas futbolísticos, que habían sido minimizados por el gran poder ofensivo. El conjunto del Sur volvió a ganar en ese estadio después de diez años, y para ello contó con la convicción de la que River careció durante gran parte del encuentro.
Los principales inconvenientes que tuvo River estuvieron centralizados en el sector defensivo. Como la última línea termina conformándose casi con tres jugadores, a partir del desplazamiento de Juan Fernández a la mitad de la cancha, la falta de coordinación entre Garcé, Ameli y Tuzzio es muy evidente. En la tarde de ayer, Sánchez fue difícil de controlar cuando se movía por los costados, y luego los ingresados Palacio y Bustos Montoya terminaron superándolos con su velocidad.
Si bien River se puso en ventaja a los ocho minutos con un remate de Gabriel Pereyra, después de que Cavenaghi exigiera a Noce con un zurdazo a los pocos segundos de iniciado el partido, Banfield estuvo cerca de igualar en ese período, pero se encontró con un seguro Costanzo. El arquero le ganó un mano a mano a Pérez (terminó siendo la gran figura), y luego controló un cabezazo de Sanguinetti. Antes, Tuzzio salvó un remate de Bilos, que estaba de espaldas al arco. Sobre el final, Pérez probó por arriba del arquero y la pelota dio en el travesaño.
En el segundo tiempo, River buscó más movilidad con el reemplazo de Montenegro por un lento e impreciso Gallardo, pero el gran despliegue de los volantes de Banfield significaron un obstáculo difícil de superar. Antes del minuto de juego, Costanzo salvó dos veces su arco ante Palacio y Bilos, pero finalmente Pérez logró la igualdad con un disparo de zurda, luego de una habilitación de Sánchez. El vértigo con el que se jugó la parte final le dio más emotividad al desarrollo del juego.
Pérez volvió a convertir a los cuatro minutos, pero esta vez le pegó con la pierna derecha. A partir de ahí, River buscó el desequilibrio con más gente en ataque. Primero Ameli cabeceó al lado del palo, pero más tarde el chileno Salas buscó por arriba de Noce y el juez de línea convalidó el tanto. En principio, la pelota no había terminado de ingresar. Cuando parecía que River se lanzaría en busca de la victoria, Banfield fue el que tuvo mayor inteligencia para encontrarla. Otra vez Bustos Montoya –antes no pudo en un duelo con el arquero–, como ante Independiente, le dio el triunfo a su equipo: el delantero tocó suave ante el arquero, en un contraataque iniciado por Bilos y que tuvo continuidad en Adrián González. Después, Costanzo evitó el cuarto gol ante Bilos, y también ante un tiro libre de Núñez.
Este traspié no sólo provocó la pérdida de la cima de la tabla sino que puede desembocar en algo mayor. Nuevamente, de River dependerá.