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Lunes, 17 de mayo de 2004

FúTBOL › EL DELANTERO FUE LA FIGURA DEL PARTIDO

Banda roja tamaño Maxi

López empezó el
superclásico en el
banco, pero a los seis minutos ya estaba en el campo, comenzando a inclinar el partido hacia el arco local, lo que acabaría por
transformar al arquero de Boca en la figura de su equipo. En el
equipo de Núñez se destacaron, además, Gallardo, la dupla de medios Husain y
Mascherano y la
regularidad del fondo. En el equipo local se salvaron del incendio Clemente Rodríguez y los dos centrales
Schiavi y Burdisso.

Por Adrian De Benedictis

El nuevo líder del torneo Clausura pudo quebrar el invicto de su máximo rival a partir de la actuación del delantero Maximiliano López. Curiosamente, el jugador no integró la formación titular de River, e ingresó a los siete minutos del primer tiempo, debido a la nueva lesión que sufrió su compañero Marcelo Salas. De esa manera, ante la incertidumbre de los hinchas visitantes por la ausencia del goleador chileno, el juvenil terminó convirtiéndose en la principal figura del gran clásico del fútbol argentino.
López resultó incontrolable para los defensores de Boca, sobre todo por el sector izquierdo, y estuvo cerca de convertir un gol en tres oportunidades, pero el arquero Abbondanzieri se lo impidió. Además, López habilitó a Gallardo en otra gran acción individual, pero éste tampoco la aprovechó. Precisamente, el capitán de River se ubicó en el segundo lugar entre los rendimientos más altos. El volante se encargó de encabezar todos los ataques de su equipo, y entregó claridad en la conducción. En el final del primer tiempo, Gallardo tuvo otra acción para convertir, aunque careció de precisión en el cabezazo.
El otro jugador que completa el tridente ofensivo de River, Cavenaghi, también aportó mucho para esta victoria. Más allá del gol de cabeza, el jugador realizó un gran despliegue aportando en defensa, y en el segundo tiempo generó peligro constante en cada contraataque. En el mediocampo, los encargados de cortar los circuitos de Boca, Husain y Mascherano, también cumplieron con acierto esa función. El primero fue fundamental anticipándose a los volantes locales, y también distribuyó la pelota con criterio hacia ambos costados. El ex Vélez participó en la jugada del gol con un cabezazo hacia el segundo palo. Por su parte, Mascherano logró acomodarse sobre el sector derecho, y también aportó en ataque.
La última línea de River mantuvo un nivel regular, y exhibieron carácter para prevalecer ante los intentos desesperados de Boca. Ameli y Tuzzio respondieron ante la velocidad de Tevez, y el primero estuvo cerca de aumentar el resultado, pero remató desviado. Entre los laterales, Garcé mejoró en la marca con el correr de los minutos, y controló las subidas de Vargas. Por el otro lado, Rojas tuvo algunos problemas con Barros Schelotto en el inicio, y recién se afirmó en el segundo tiempo.
El arquero Lux demostró sobriedad y temperamento ante un partido de mucha trascendencia. Más allá de que Boca no lo exigió en casi todo el partido, le ganó un mano a mano a Donnet cuando apenas se jugaban seis minutos. Entre los otros dos jugadores que ingresaron, Montenegro tuvo más participación que Nasuti. El ex Independiente reemplazó a Gallardo a los 24 minutos del segundo tiempo y tuvo una opción para convertir, pero su remate dio en el palo derecho del arquero. Nasuti ingresó para rearmar la defensa luego de la expulsión de Tuzzio, y no tuvo errores.
El único dolor que River sufrió ayer fue aquel posible desgarro de Salas. El chileno estuvo seis minutos en la cancha, para sumar otra frustración.

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