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La controversia desatada entre Daniel Grinbank y los dirigentes de Independiente como consecuencia de la contratación del volante Lucas Pusineri es, en realidad, el primer capítulo de la dura interna política que se avecina en la institución de Avellaneda, de cara a las elecciones que se celebrarán el año que viene. En diálogo con Líbero, el empresario denunció que la incorporación del jugador fue “ilegal” y aseguró que “todo obedece a una maniobra de Julio Grondona, que pretende alejarme del club”. Pusineri, cuyo pase pertenecía al fondo de inversión que Grinbank había armado a mediados del 2002, y que le permitió a Independiente incorporar varios jugadores con los cuales el equipo se consagró campeón durante ese año, fue llevado en el 2003 por el empresario al Leganés de la Segunda División de España, como parte de un frustrado proyecto deportivo que incluyó la participación de José Néstor Pekerman, Carlos Aimar y catorce futbolistas argentinos. Pero de buenas a primeras, el ex volante de San Lorenzo se declaró libre y se incorporó al Saturn de Rusia. Grinbank decidió entablar una demanda internacional contra el futbolista y, en consecuencia, los haberes que el jugador debía percibir en Rusia fueron retenidos por la Justicia de ese país, en cumplimiento de la denuncia presentada por el empresario.
Líbero consultó sobre el tema a Grinbank, quien denunció “una operación política” en su contra orquestada –según dijo– por Julio Grondona con el propósito de desprestigiarlo ante la masa societaria de Independiente y lesionar además sus intereses económicos.
–¿La incorporación de Pusineri en este momento es una operación política de parte de los directivos de Independiente en su contra?
–Sin lugar a dudas. La actual Comisión Directiva busca hacerme quedar como un obstáculo que evita la incorporación de Pusineri, pero no soy quien impide que el jugador actúe en Independiente. La inhabilitación la pide el Saturn, lo único que reclamo es que le abonen al fondo que presido el 75 por ciento del valor de la transferencia del Leganés al equipo ruso, que se llevó a cabo por un total de dos millones cuatrocientos mil dólares.
–¿Cree que Grondona tiene algo que ver en la cuestión?
–Absolutamente. Cuando Pusineri estaba en el Leganés, su representante, Luis Nófal, le aseguró que si se vendía a Rusia no habría problemas con la habilitación porque Grondona arreglaría todo a través de la FIFA. Y ahora le garantizaron al jugador que tampoco habría problemas. El presidente de la AFA buscó perjudicarme económicamente y además quiere verme lejos de la política del club.
–¿Piensa presentarse como candidato?
–No. Mientras Grondona esté en la AFA, tenerme a mí como presidente de Independiente sería perjudicial para los intereses del club. Además, mientras esté al frente de un fondo de inversión, es incompatible que pretenda ser dirigente.
–¿Estaría dispuesto a dialogar con Pusineri para tratar de encontrar algún arreglo a la situación?
–Para nada, Pusineri me mintió y a partir de entonces todo lo que tenga que conversar con él será por medio de la Justicia.
El mes pasado se difundió una encuesta que ubicaba al empresario al tope de las preferencias electorales de los asociados de Independiente, cuando falta más de un año para que se realicen las elecciones. Grondona, por su parte, respalda la candidatura de su hijo Julio, actual mandatario de Arsenal de Sarandí.

Producción: Leonardo Castillo.