FúTBOL › ALMAGRO LE GANO AL LIDER NEWELL’S Y LE IMPIDIO ALEJARSE EN LA PUNTA
Esa costumbre de sorprender
Como lo había hecho dos semanas atrás con River, el equipo de Villa Raffo volvió a lograr un triunfo singular. El equipo rosarino arrancó dominando el partido, pero el momento de Ortega y Cía. duró medio tiempo y los locales, conducidos por Sparapani y Castano, generaron situaciones suficientes como para desnivelar.
Por Facundo Martinez
La cancha de Almagro estaba repleta. Los hinchas rosarinos, que agitaban globos y banderas rojinegras, hacían mucho ruido, estaban felices. Los locales también aportaban, empujados, quizá, por las ganas de tener un domingo de gloria propia. Y fue así, ganó Almagro, con un gol de Osvaldo Miranda; la derrota sacudió a Newell’s, que llegaba agrandado, con chances de quedarse solo en la punta; que encima había arrancado el encuentro con mucha energía e ideas, dominante, pero que se fue pinchando, y terminó siendo absorbido por Almagro, algo más simple y prolijo en todas sus líneas.
Hubo un momento del encuentro en que Newell’s pareció ser dueño de la situación. Cinco oportunidades más o menos claras de gol, contra ni una sola de Almagro. Dos veces estuvo cerca Rubén Capria y dos veces, también, Iván Borghello, pero cuando no fallaron los jugadores, respondió bien el arquero Martín Bernacchia, que a esa altura, apenas un cuarto de hora de juego, se perfilaba para figura. Con Ariel Ortega entregando algo de su talento en breves ráfagas (ver aparte), los rosarinos parecían no tener techo; sin embargo, un buen desborde de Guillermo Marino, que terminó conectando Capria con un zurdazo espectacular, que pasó cerca del segundo palo de Bernacchia, terminó siendo la última situación que Newell’s iba a tener en la primera mitad.
¿Qué pasó? Simple: Newell’s desapareció, se borró, se cansó. Perdió el control de la pelota y retrocedió en el terreno de juego. Entonces se agrandó Almagro, para contar seis situaciones de gol propias contra ninguna de los visitantes: dos remates frontales de Omar Gallardo, atajó Justo Villar; dos mano a mano de Maxi Castano con Villar, que el arquero consiguió tapar; y dos cabezazos de Miranda: el primero se le fue alto y en el otro salvó Julián Maidana. Delicias para los hinchas locales, que a esa altura cargaban a los visitantes, que habían arrancado eufóricos y ya les pedían “garra” a sus jugadores.
Era de esperar que, tras el descanso, los rosarinos volvieran a lo que habían insinuado al principio. Pero eso no sucedió. Tampoco Almagro encontraba el rumbo. El partido, sin embargo, era entretenido, porque en el desorden generalizado se pasaba rápidamente de un área a la otra, aunque el peligro era, igualmente, escaso. Hubo un potente zurdazo de Fernando Belluschi, que obligó al arquero de Almagro a despejar al corner; los hinchas de Newell’s ya exigían más esfuerzo. También el público local, que comenzaba a disfrutar la buena tarde, pedía un poco más a los suyos.
Entonces Sparapani y Castano comenzaron a hacer lío por el sector derecho, donde Germán Ré hacía agua. De una gran combinación entre ambos nació el centro, que no llegó a cortar Villar y que Miranda terminó cabeceando para poner el partido 1-0. Luego tuvo un mano a mano Sparapani, pero Villar se impuso. Newell’s pareció tocado en su amor propio e intentó responder con un remate sorpresivo de Maidana (el marcador central, a pesar de los tres cambios realizados por Gallego, iba a terminar en posición de nueve) y un cabezazo de Luciano Vella, abajo a la izquierda, que Bernacchia, atento, logró controlar.