UN ENSAYO A PROPOSITO DEL EROTISMO EN EL ARTE

Tímidas vírgenes fascinadas

La autora discierne una dimensión en la cual “el arte siempre es erótico” y la examina en dos ejemplos tan diversos como La Odisea y el Facundo. En ambos, advierte que “el erotismo se define más por lo que oculta que por lo que muestra y es más eficaz cuanto más oscuro. El erotismo es un arte del control y no del desenfreno”.

“Hacemos como que creemos que les interesa”