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aPor Alejo Diz
Desde Rosario

Hay triunfos que ilusionan por juego. Otros se valoran por la dimensión del rival. Y también hay victorias que cautivan por su seriedad. Con esa sensación se fueron de Rosario los 8 mil hinchas de Racing que se acercaron al Gigante de Arroyito a ver el partido con Central. En un encuentro que tenía a dos equipos en lucha por sueños de protagonismo grande, el equipo de Avellaneda salió airoso con un excelsa pegada de Lisandro López y bajo la tutela de un Diego Simeone, que le adosó a su carisma de líder algunas sanas dosis de buen fútbol. Es que el primer gol nació en una infracción que le hicieron al ex jugador de Atlético de Madrid y el segundo fue de su autoría, tras elegante pegada, algo extraña para su pie derecho. Entre un gol y otro se vio a un Central llamativamente improvisado, mucho juego brusco, en el que Hernán Encina sufrió una fractura de peroné en su tobillo izquierdo tras infracción de Sebastián Romero, y un Racing de juego sobrio.
En el horario de la sobremesa dominguera, Central y Racing debieron salir a la cancha para complacer las demandas de la televisión. Y a pesar de los cambios de la rutina futbolera, el estadio dio cabida a más de 30 mil hinchas que presenciaron el lanzamiento de Racing a la discusión grande por el torneo Clausura. Es que el equipo de Guillermo Rivarola se llevó los tres puntos en un reducto donde los últimos 13 equipos que pasaron por allí debieron resignar unidades.
A pesar de que no había tiempo para cumplir con la ceremonia del almuerzo, los hinchas de Racing se empacharon rápidamente. Porque a los cinco minutos Lisandro López hizo de una infracción a Simeone un gol de tiro libre con una excelsa pegada de derecha al palo de la barrera.
Central no había podido acomodarse en el campo que Racing ya estaba en ventaja. Aunque, en verdad, los locales jamás encontraron su lugar en el césped. El mediocampo auriazul careció de conductor. Racing, por el contrario, hacía ostentación de un Simeone fructífero en la marca y predispuesto a colaborar en el juego que pueden construir, por capacidades, Romero, Torres y López.
En el primer tiempo, el local no gestó una sola jugada de riesgo. Racing apostó al contragolpe y lo pudieron haber definido tres cabezazos de Romero: uno pegó en el travesaño, otro se fue desviado y el último cayó en las manos de Ojeda.
La incapacidad para dirigir del árbitro Sequeira permitió que el encuentro se jugase con mucha pierna fuerte. Y entre tantas patadas, Romero le fracturó el tobillo a Encina sin siquiera recibir la amarilla. En el complemento, el árbitro usó la tarjeta y logró calmar los ánimos. Aunque todo se clarificó cuando Simeone, pisando el área mayor, tocó de derecha al palo zurdo de Ojeda para marcar el segundo.
En ese segundo gol desaparecieron todas las ilusiones. Porque Central nunca pudo reaccionar y Racing, con la sobriedad del que se siente superior, se plegó en su campo a esperar por el pitazo final. Con esa victoria, Racing se lanzó al campeonato. Y más aún cuando se conoció la suerte de River y Estudiantes.

Central 0
Ojeda; Ferrari; Raldes; Fassi; Rivarola; Encina; Borzani; Ledesma; Papa; Vitti; Ruben.
DT: Zof

Racing 2
Lucchetti; Vitali; Cabral; Crosa; Pinola; Barrado; Torres; Simeone; Romero; Guerrero; L. López.
DT: Rivarola

Estadio: Central.

Arbitro: Oscar Sequeira.

Goles: 6m, López (R); 67m, Simeone (R).

Cambios: 35m, Alemanno (4) por Encina (C); 46m, Monges (4) por Borzani (C); 80m, Cardetti por López (R); 84m, Pinola por Romero (R); 90m, Grabinski por Pinola (R).