Debutó Quiroz, pero el equipo jugó igual o peor que con Rivarola y cayó 1-0 ante los rosarinos, que ganaron con un gol de Ruben.
Lo único que cambió en Racing fue el técnico: Quiroz se sentó en el banco en lugar de Rivarola y la gente le dio una cálida bienvenida. Todo lo demás empeoró. El equipo no se puso a la altura de la nueva expectativa, perdió 1-0 con Central, y jugó tan mal que demoró noventa minutos en convertir aquella buena onda del principio en un final a puro silbido. Nada quedó en pie. La confusión terminó arrastrando todo y a todos.
Racing ni siquiera se saca un aprobado en carácter. En desventaja por el gol que Ruben marcó a los 15 minutos del segundo tiempo, desorientado desde el comienzo mismo por el simple esquema de espera y contraataque que Central llevó adelante, remando a contracorriente de la ansiedad de su tribuna, la Academia blanquiceleste pareció sepultada por el peso de una mochila con demasiadas cargas negativas. No hubo reacción temperamental, no hubo gestos de rebeldía individual, nadie fue capaz de encender la antorcha y encolumnar el equipo tras de sí. La inexpresividad de Racing fue tan grande que el triunfo de Central nunca fue puesto en peligro. Y su impotencia tan notoria que de la única manera en que pudo llegar fue a través de centros y pelotazos. Antes y después, nada por aquí, nada por allá. Puede haber un atenuante: Capria y Matute Morales, los dos enganches del plantel, estuvieron ausentes por sendas lesiones. Pero a no ilusionarse: cuando ellos jugaron, Racing tampoco fue una maravilla.
Lo más grave de todo fue que Central no opuso un planteo rebuscado. Cuffaro Russo acomodó dos líneas de cuatro para una espera paciente y ordenada, cerró los espacios y le tapó los receptores a todo aquel que tuviera la pelota. Racing no supo cómo hacer saltar ese dispositivo por el aire. Villarreal, Simeone, Romero y Mirosevic se intercambiaron el balón a derecha y a izquierda, hacia adelante y hacia atrás. Pero a ellos siempre les faltó sorpresa para desprenderse o meter el toque justo. Y a Estévez y Miranda, movilidad para abrir brechas en una defensa nutrida, aunque no exagerada. El puntero buscó un poco más, se tiró atrás y a los costados, esbozó algunos desbordes, y hasta alcanzó a sacudir el travesaño en el primer tiempo, con un derechazo desde fuera del área. Miranda luchó en desigualdad con los buenos anticipos de Raldes y de Fassi, con los pelotazos frontales que le tiraron y con la oposición de una hinchada que no lo puede soportar. Los dos terminaron fracasando por igual.
En el entretiempo, Quiroz metió mano. Lo puso al gurrumín Moralez por Villarreal para que lo perforara a Central a pura gambeta, y lo tiró a Mirosevic como volante por la derecha a ver si por ahí le salían mejor las cosas que como enganche. Pero no hubo caso. Central siguió inconmovible en lo suyo. Más aún después que el gol de Ruben lo enfiló hacia la victoria (antes le habían anulado mal uno a Villa). Y Racing continuó acumulando frustraciones avance tras avance. A Morales siempre le quedó una pierna más por eludir y terminó chocando y cayéndose mucho más de lo que jugó. El chileno Villanueva entró por el paraguayo Núñez y en los 18 minutos finales, Racing defendió y atacó con tres. Pero no hubo caso. La ilusión de la llegada de Quiroz ya se había esfumado. Y en la atmósfera pesada de Avellaneda flotaba la densidad de un nuevo fracaso.
RACING-0
Campagnuolo -5
Vitali -5
Cabral -5
Crosa -6
Núñez -5
Villarreal -4
Simeone -5
Romero- 5
Mirosevic -4
Estévez -5
Miranda -4
DT: Quiroz | CENTRAL-1
Ojeda -6
Moreira -6
Raldes -7
Fassi -6
Rivarola -5
Ferrari -7
A. Díaz -6
Ledesma- 6
Papa -5
Ruben -6
Villa -5
DT: Russo |
Estadio: Racing.
Arbitro: Carlos Maglio.
Goles: 60m Rubén (C).
Cambios: 46m Moralez (5) por Villarreal (R); 65m Alemanno por Villa (C), 72m Villanueva por Núñez (R) y Villagra por A. Díaz (R); 81m Vitti por Ruben (C); 90m Torres por Crosa (R).