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La victoria de Boca sobre Racing fue, sobre todo, sencilla. El equipo de Alfio Basile sacó provecho de cierta contundencia ofensiva, con la que se ha reencontrado en sus últimas presentaciones, frente a un rival que proponía poco y se conformaba con nada. En el estadio Ciudad de La Plata, en el que Racing fue local, los hinchas de la Academia, que antes del comienzo decidieron colgar todas sus banderas al revés, como señal de alerta, repartieron responsabilidades sobre el presente del equipo, que atraviesa la peor campaña de su historia: apenas se salvaron algunos jugadores, después hubo insultos para el técnico y, al por mayor, para Fernando Marín, titular de Blanquiceleste SA, la gerenciadora del club.

Racing necesitaba más o menos una resurrección frente a Boca, pero el planteo con el que Diego Simeone mandó a los suyos a jugar el partido pronto dejó en claro que eso no iba a suceder. Porque Racing se preocupó más por no dejar jugar que por cualquier otra cosa, y el resultado de eso fue, ni más ni menos: 45 minutos de nada, puro aburrimiento, y de Villanueva en posición fuera de juego una, dos, tres, cuatro veces... Es cierto que a Boca le costaba llegar, pero también era notorio que para los de Basile la posible victoria parecía ser cuestión de tiempo.

Tan claro se vio que era con una igualdad que Simeone imaginaba salir de la crisis que atraviesa su equipo, que cuando Palermo abrió el marcador, a los 47 minutos, a Racing se le quemaron los papeles. No planificó el Cholo la gran jugada de Insúa que iba a completar Palermo, y el resto fue pura impotencia, algo así como un correr atrás de la desgracia, a destiempo y sin reacción como para contrarrestar.

Tuvo acaso dos chances claras en todo el complemento: la primera tras un error defensivo de Ibarra que le permitió a Romero desbordar y enviar el centro para que Torres, en posición de nueve, conectara con una chilena que se fue por arriba del travesaño, y la segunda, después del segundo gol de Boca, ya con Estévez y Luna en la cancha (¡para sumar, sí, tres delanteros!), un mano a mano de Luna que molestado por el Cata Díaz se fue por un costado. Todo lo demás fue de Boca en la cancha y de ambas hinchadas en las tribunas, que en algún momento coincidieron con esa canción que dice: “La camiseta de Racing se tiene que transpirar...”, dedicada a los jugadores.

El gol de Insúa fue toda una genialidad propia. Luego de una buena combinación con Delgado, entró al área con la pelota al pie y no perdonó frente a Campagnuolo. Mientras a Racing se lo iban consumiendo los nervios y la impotencia, y sus hinchas se volvían roncos por insultar a propios y ajenos, Bilos se iluminó para dejar a Delgado en excelente posición para definir el tercero. Para Boca sólo fue cuestión de tiempo.

RACING-0 Campagnuolo-5 Menghi-4 Cabral-6 Ubeda-4 Shaffer-4 Mirosevic-4 Torres-6 De la Fuente-5 Romero-5 Capria-4 Villanueva-4 DT: Simeone.

BOCA-3 Abbondanzieri-6 Ibarra-5 Silvestre-5 D.Díaz-6 Krupoviesa-5 Ledesma-6 Gago-6 Bilos-5 Insúa-8 Delgado-6 Palermo-6 DT: Basile.

Estadio: Ciudad de La Plata (local Racing).
Arbitro: Sergio Pezzotta.
Goles: 48m Palermo (B), 67m Insúa (B), 81m Delgado (B).
Cambios: 60m Estévez (4) por Capria (R), 66m Luna por Mirosevic (R), 78m M.Sánchez por De La Fuente (R), 82m N.Cardozo por Insúa (B), 88m Marino por Bilos (B), 90m Barros Schelotto por Delgado (B).