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Lunes, 6 de marzo de 2006

CONTRATAPA › ARRANCA EL MUNDIAL DE FORMULA 1

Circo del vertigo

 Por Pablo Vignone

- No están más: Jordan, Sauber, BAR, Minardi. La obligación de correr todo el Grand Prix con las mismas cuatro gomas. El ordenamiento para salir a clasificarse de uno en fila ante los ojos de millones de televidentes. Spa, el circuito más demandante y espectacular del mundo.
-Va a haber: Los mismos equipos, ahora llamados Midland, BMW, Honda y Scuderia Toro Rosso. Una nueva escuadra, Super Aguri, con coches construidos en 2002. Pilotos debutantes como el alemán Nico Rosberg o el estadounidense Scott Speed (¿qué otra cosa habría podido ser sino corredor de autos? La posibilidad de cambiar neumáticos durante la carrera. Un sistema de clasificación en tres tandas, que dejará a los diez más rápidos de las dos primeras la chance de correr, todos contra todos, por la pole-position en los últimos 20 minutos. Motores de 8 cilindros en V, al estilo del venerable Cosworth DFV, pero con apenas 2400 cm3 de cilindrada, aunque la potencia esté cerca de los 800 HP y lleguen a girar, a máximo pedal, 20.000 revoluciones por minuto.
Y la máxima incertidumbre posible a la hora de iniciar un nuevo Campeonato Mundial de Fórmula 1.
Quince años atrás, cuando Michael Schumacher puso un pie en la F-1, su máquina tenía una caja de cambios común, con palanca y selector. Hoy maneja apretando un balancín ubicado detrás del volante, que cambia de marcha en apenas 20 milésimas sin que el régimen del motor caiga en vueltas. La carrocería de su auto fue pergeñada a partir de la experiencia del diseñador que la aplicó para dibujar las líneas; hoy la forma la dictan los túneles de viento que rugen tres turnos de 8 horas por día, siete días a la semana.
Con semejante nivel de avance tecnológico y el grado de variantes impuestas, es prácticamente imposible pronosticar si Schumacher podrá recuperar la corona perdida en el 2005, más difícil inclusive que prever si el alemán se retirará a fin de año. Pero sí es posible, a partir de lo visto, oído, leído y averiguado, trazar ciertas pistas sobre lo que podría llegar a suceder:
¿Renault? El motor V8 que construyeron para este año es el primero en 2000 en usar un diseño radical, pero es uno de los que más giraron en los ensayos de pretemporada sin sufrir el más mínimo problema, permitiéndole al campeón del mundo Fernando Alonso marcar algunos tiempos bien rápidos. La cátedra le guiña un ojo. ¿Posibilidades de hacerlo bien? 9/10.
¿Ferrari? Como los franceses con base en Inglaterra, los italianos se decidieron por la variante, más justificados por los pálidos resultados del 2005. La 248F1 es un coche que parece, a diferencia de los anteriores, deberle mucho a la competencia, como si por primera vez en años le hubieran copiado chiches a McLaren o Renault. Que las gomas de la largada no tengan por qué ser las de la llegada va a favorecer a su proveedor japonés, pero el primer V8 que Ferrari usa desde 1966 no goza, precisamente, de la más óptima salud. ¿Posibilidades de hacerlo bien? 7/10.
¿McLaren? Se quedaron sin director técnico –Adrian Newey, cooptado por Red Bull– pero da la sensación de que la tácita filosofía de los últimos años, la de adquirir velocidad a raudales pero a costa de la confiabilidad de los coches, se mantiene, para disgusto de sus pilotos Raikkonen y Montoya. Para colmo, el V8 de Mercedes-Benz confirma hasta la exasperación el estilo, rompiéndose con llamativa frecuencia. ¿Posibilidades de hacerlo bien? 6/10.
¿Williams? Alguna vez, como en la época de Jones y Piquet, la de Mansell y Prost, la de Hill y Villeneuve, eran los coches que se precisaban para ganar el título del mundo. No podías manejar otra cosa si querías tener éxito. Esa sensación se desvaneció excesivamente en los últimos años. Al punto que, pese al divorcio con BMW, no son pocos los que creen que entró en la pendiente final, como la Lotus en los ’80... Pero con colorcito nuevo para la carrocería y la maravilla técnica que es el nuevo Cosworth V8, los coches de Sir Frank han hecho un papel más que decente. Puede ser la auténtica (grata) sorpresa de 2006. ¿Posibilidades de hacerlo bien? 7/10.
¿Honda? Los japoneses tomaron por completo el día a día del equipo BAR en Brackley y le sacaron lustre a su chapa produciendo un V8 que es de los que menos se rompe y más fuerte camina. Jenson Button ya lo ensayó, de diciembre a la fecha, a lo largo de 10.000 kilómetros, lo mismo que una vez y media toda la distancia que se cubrirá en los 18 Grands Prix de la temporada. No se quebró nunca. Además, el arribo de Rubens Barrichello levantó el nivel competitivo interno. ¿Posibilidades de hacerlo bien? 8/10.
El domingo que viene, en una pista a la que sólo le falta el aire acondicionado, enclavada en el desierto de Bahrein, empieza entonces la ronda del circo del vértigo.

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