El campeonato sudafricano de fútbol, en el cual intervienen 16 equipos y se juega a dos ruedas, es un caos. Puede darse el caso de equipos que disputaron 10 partidos mientras otros sólo jugaron 4, puede ocurrir también que dos equipos se enfrenten dos veces en una misma semana y hasta puede pasar que un equipo juegue cinco partidos seguidos de local y los cinco siguientes de visitante. El campeonato sudafricano es casi ridículo. Pero el campeonato argentino transita sobre carriles parecidos. “No me pregunten por qué, pero este torneo no es serio”, dijo Daniel Passarella en la conferencia de prensa posterior al partido de River con Central. En la semana, Alfio Basile había declarado que lo confundía leer la tabla de posiciones con tantos asteriscos. Basile, más allá del bien y del mal, declaró lo que se le cruzó en el momento; Passarella, en cambio, no aclara por qué dice lo que dice (“ustedes ya saben a qué me refiero”, declaró) y deja entrever que la falta de seriedad en la organización favorece a Boca y perjudica a River.

Cierto es que Asterisco FC aparece en los primeros lugares de la tabla de posiciones:

Boca tiene pendientes los partidos con Gimnasia (LP) y Racing, Arsenal con Godoy Cruz y Vélez con Colón.

Lo que no queda claro es eso que supone Passarella: que Boca se beneficia con las suspensiones, o por lo menos no se entiende qué ventajas puede sacar Boca de la postergación de su encuentro con Racing. A veces, en estas circunstancias, ocurre que el que juega primero hace negocio (gana y le genera presión al otro) o puede ser al revés (“pierde y le da tranquilidad al otro”), pero no hay dudas de que ningún dirigente, ni el técnico, ni los jugadores de Boca, ni los hinchas de verdad propusieron esta suspensión.

Las suspicacias de Passarella tienen otro valor si apuntan al partido entre Gimnasia y Boca. Con Estudiantes peleando por el título es casi ingenuo pensar que Gimnasia le va a ofrecer resistencia a Boca, sobre todo si se tiene en cuenta que en el Apertura del año pasado Estudiantes jugó muy livianito contra Boca después de que River jugara superlivianito contra Gimnasia. Passarella y todo River suponen-con-razón-que-deportivamente hubiera sido mucho más transparente que Gimnasia y Boca ya hubieran jugado aquel encuentro que en su momento suspendió el árbitro Daniel Giménez. En verdad, todos los asteriscos tienen origen en la violencia. A saber:

- Godoy Cruz-Arsenal se interrumpió cuando barrabravas mendocinos se enfrentaron con la policía porque no les habían dado entradas de favor.

- Colón-Vélez se suspendió porque un hincha de Colón tiró un encendedor y le pegó en la cabeza a un juez de línea.

- Gimnasia-Boca se suspendió porque el presidente de Gimnasia y sus secuaces apretaron al árbitro en el entretiempo.

- Racing-Boca se suspendió porque el gobierno de la provincia de Buenos Aires no garantizó la seguridad luego de se hiciera lugar al recurso de amparo presentado por barras de Boca.

En medio de todo esto, la AFA desaprovechó la oportunidad de postergar la fecha de ayer íntegramente, lo que hubiera sido un paso al frente en el camino de estrechar fuerzas para terminar la violencia. Pero la AFA pensó en la televisión, en el negocio. Y cuando Passarella dice que todo esto no es serio, lo hace mirando su propio ombligo. Así están las cosas por estos pagos.

Un dato significativo: el equipo que sale casi siempre campeón en Sudáfrica es el Orlando Pirates. Un símbolo.

Estadio: Malvinas Argentinas

Arbitro: Sergio Pezzotta

Goles: 1m Alayes (E); 29m Sosa (E); 34m Pavone (E); 90m Pinto (GC).

Cambios: 45m E. Buján (5) por H. Buján (GC) y D. Fernández (5) por Torresi (GC); 66m Cominges (5) por Sosa (E); 70m. Cappa por Villar (GC); 73m Saucedo por Galván (E); 75m Maggiolo por Pavone (E).